29 - El Imperio de las Sombras es derrotado
CAPÍTULO 29
EL IMPERIO DE LAS SOMBRAS ES DERROTADO
Una densa nube cubre completamente la ciudad de Tokio. Dentro de la misma se lleva a cabo una larga batalla entre los demonios negros y las Outer Senshies: – TIERRA… ¡TIEMBLA!
– ¡MAREMOTO DE NEPTUNO!
– ¡GRITO MORTAL!
Muchas criaturas sucumben ante esos ataques, pero no lo suficiente para sacar a Tokio del peligro. Sailor Saturn usa su escudo protector para desviar otras criaturas que estuvieron a punto de atacar a un grupo de estudiantes. La gente huye despavorida y la desesperación se hace presente, escuchándose gritos de terror y algunos de dolor.
Las mascotas intentan ayudar, saltando encima de algunos demonios negros y atacarlos con arañazos o picotazos. Es una ardua tarea que las guerreras y sus guardianes tienen entre sus manos: ¿Se darán prisa las Inner Scouts?
***
De regreso al Imperio de las Sombras, todos los presentes quedan sorprendidos ante la transformación de Sailor Earth y Lord Inferno, luego las adolescentes notan que esa luz dorada no sólo transformó a ambos jóvenes, sino que prácticamente alivió sus propios dolores y curó algunas de sus heridas.
Sailor Moon y Mercury quedan maravilladas ante el elegante atuendo de la Princesa Perséfone, siendo la rubia la primera en hablar. – Vaya… el vestido de PJ es muy hermoso… quisiera uno así.
– Estoy de acuerdo contigo, Sailor Moon – responde la peliazul – Ella luce muy elegante.
– Ese sujeto… ¿Es Lord Inferno? – Se pregunta Venus, algo sonrojada. – ¡Es muy apuesto!
– Sí – añade Mars, con corazones en sus ojos – ¡Qué guapo es!
– Se parece mucho al chico que me rompió el corazón… – Dice Jupiter, con una mirada como hechizada, mientras las demás caen de espaldas muy al estilo animé.
Agamenón no puede salir de su asombro, no sólo porque la Esencia Pura, esa poderosa energía, prácticamente ha estado a su alcance, sino porque definitivamente no se esperaba la transformación de ambos jóvenes. – Esto… es inaudito – pensó.
Las Inner Senshies se preparan para luchar, todo el grupo rodeando al anciano, este último simplemente permanece serio, sereno, calculando sus movimientos. Entonces Hades rompe el silencio: – ¡Sailor Scouts!
– ¿Sí? – Repentinamente se abre una especie de portal justo tras ellas, algo que las sorprende, así que Mercury decide hablar. – Pero… ¿ese portal conduce a…?
– A Tokio. – Responde el joven –Deben volver ahí, inmediatamente.
– ¿Y piensas que nos iremos así de fácil? – Protesta Jupiter – ¡Ni lo sueñes!
– ¡Chicas! – Interrumpe la pelicastaña – De verdad tienen que volver.
– ¡Pero PJ! – Se queja Venus, claramente preocupada – ¿Cómo puedes pedirnos eso? ¡No vamos a dejarte sola!
– Sailor Venus tiene razón. – Concluye Mars – ¡No nos iremos!
– ¡No pueden quedarse! ¡Deben volver a Tokio! Las demás scouts necesitan su ayuda.
– ¿Qué has dicho? – Sailor Moon se sorprende ante tal afirmación. – ¿Acaso algo grave ocurre en Tokio?
– Así es. – Responde el otrora regente oscuro – Esa ciudad ha sido invadida por millares de demonios negros. Sus amigas se les enfrentan pero son demasiados para ellas.
– Es por eso que deben volver… – Finaliza Perséfone – ellas las necesitan.
La líder scout queda estática ante una decisión muy difícil, al final cree que lo mejor es ayudar a las Outer Senshies, así que mueve su cabeza afirmativamente, dirigiéndose a las demás. – Ya los oyeron, chicas: ¡Hay que ayudar a las demás! – Todas asienten, así que corren hacia el portal, desapareciendo una a una, siendo la guerrera lunar la última en llegar y, antes de entrar, mira con preocupación a la pareja. – ¿Seguro estarán bien?
– Mientras estemos juntos nada nos ocurrirá. – Responde la joven princesa, mostrando una bella sonrisa que llena de confianza a su amiga, así que esta última ingresa al portal, el cual desaparece.
Entretanto, Agamenón cruza sus brazos, mirando a ambos jóvenes de forma burlona, mostrando una frívola sonrisa. – Qué noble de su parte, jovencitos… Dejar que sus amigas vayan a ayudar a otros. ¡Han cometido un gran error al quedar ustedes dos solos!
– Una de sus primeras lecciones como mi antiguo maestro era: “Nunca subestimar al enemigo” – Replica Hades, mirando fijamente a quien fue su tutor. – Debería seguir su propio consejo… – En esto, el joven arroja una pequeña esferilla de energía hacia el anciano, quien la esquiva, pero luego se da cuenta que el chico ya no está y, al mirar hacia arriba, puede ver cómo Hades se lanza hacia él, preparando una estocada que apenas logra eludir con una rápida teletransportación, desapareciendo en el acto.
El viejo hombre reaparece muy cerca de la princesa, intentando atacarla pero ella se defiende con su Luz Elemental. El brillo del báculo es muy fuerte, más de lo normal, pero aun así Agamenón sólo sonríe maléficamente y nuevamente desaparece, así que la chica mira por todas partes. – ¿Dónde está?
***
De regreso en Tokio, las Outer Senshies siguen batallando contra el ejército de Demonios Negros, cuando de repente un portal se abre en medio de la avenida, emergiendo las Inner Scouts. Las mascotas guardianes se les acercan, aliviadas al ver a las chicas sanas y salvas, aunque Gaia nota la ausencia de su protegida. – ¿Dónde está la joven PJ?
– Ella… – Sailor Moon se detiene, preocupada, pensativa, buscando la mejor manera de darle la noticia al ave. – Tuvo que quedarse…
– ¡¿QUÉ?! – Pregunta Luna, en shock. – ¿Acaso la dejaron sola con el enemigo?
– No queríamos hacerlo – Interrumpe Mars, en defensa de su líder – Pero fue su decisión, además nos necesitan aquí.
– ¿Pero cómo pudieron hacer eso? – Reclama la lechuza, muy preocupada. – Ella sola no podrá hacerlo.
– No está sola… – Responde la líder scout. – Tiene un gran aliado. Sé que logrará hacerlo, yo confío en ella.
– Esperemos que tenga razón, joven Serena.
– Muy bien, ya basta de charlas. – Añade Venus, llena de decisión. – Hagamos lo que vinimos a hacer.
– ¡SÍ! – Responden todas al unísono, y empiezan a correr hacia el ejército de criaturas para enfrentárseles y ayudar a sus compañeras.
***
Ambos combatientes se acercan entre sí, apoyando sus espaldas, mirando alrededor, buscando desesperadamente al anciano. – Hmm, vaya vaya… – Dice Hades, con tono irónico – miren quién anda ahora con jueguitos… – No hay respuestas, sólo un profundo silencio.
De repente, la adolescente es apartada de allí con unas lianas oscuras, siendo elevada a cierta altura, mientras dichas lianas aprietan su cuerpo y, peligrosamente, empiezan a enroscarse en su cuello.
Hades está en shock, mirando por todas partes, lleno de furia. – ¿Dónde estás, Agamenón? ¡Deja la cobardía y muéstrate!
– ¿Me buscabas? – Dice el viejo hombre, oculto entre las sombras, quien camina a pasos lentos hacia la zona iluminada, revelándose. – Pues aquí me tienes.
– Miserable… ¡Libérala en este instante!
– Temo decirte que eso es imposible – Dice el anciano, mofándose de la situación tan crítica que experimentan ambos jóvenes. – Sabes muy bien qué son esas cosas.
– Las… Hiedras del Tártaro.
– Qué observador eres. Pues sí, son ellas, y sabes muy bien que nadie es capaz de controlarlas, ni siquiera yo. – El joven mira con desprecio a quien fue su antiguo mentor, luego mira a su compañera, quien está siendo torturada por esas hiedras, situación ésta que goza el villano. – Sé que quieres acabar conmigo, pero también salvarla a ella. Sólo puedes hacer una sola cosa… – Él nota cómo su otrora estudiante oye los desesperados intentos de Perséfone para respirar, así que decide provocarlo aún más. – Estoy prácticamente entregándome en bandeja de plata, ¿piensas desaprovechar esa oportunidad? Vamos… ¿qué esperas? Ven y acaba conmigo…
El muchacho cierra sus ojos, lleno de rabia e impotencia, así que blande su espada y lanza una estocada… hacia las negras ramas que sostienen a PJ.
Agamenón sonríe. – Eres tan predecible… – en esto, una gruesa rama oscura aparece disparada de la nada, clavándose justo en el hombro izquierdo del joven combatiente ante la mirada de horror de la pelicastaña. Por su posición, el malherido queda clavado en el aire, y la gravedad empeora la situación ya que hala al joven hacia abajo, provocando que la gruesa y oscura espina se clave más y más.
Hades se queja, fúrico. – S… se supone que… nadie… podía c… controlar estas…
– Ah sí, es cierto… mentí. – El anciano se les acerca, a pasos lentos. – Siempre supe que intentarías salvarla, así que sólo esperé por el momento justo. Tenías mucho potencial pero ahora lo desperdicias con ella, aunque todo ha sido en vano… ¡qué lástima!
– No te acerques. – Dice la joven princesa, posicionándose entre su aliado y su enemigo.
El siniestro anciano mira a la adolescente, luego con un movimiento sutil de una mano crea un conjuro y literalmente arranca el Báculo Elemental de las manos de la joven, arrojándolo a distancia. Entonces él continúa hablando: – Necesito más energía vital para subsistir por otros cientos de años. Y como dice el dicho… – Ramas negras emergen del suelo, sosteniendo ambas manos de la princesa provocando que ella caiga de rodillas frente a él… – primero las damas.
Hades observa horrorizado e impotente, cómo su compañera queda a merced de su antiguo maestro, cómo existe una gran posibilidad de que él use su técnica especial para absorberle su juventud, cómo esos dulces ojos color esmeralda se cristalizan por miedo. La sangre recorre su pecho desde la herida, la gravedad sigue clavando su cuerpo a esa gran espina oscura. Está debilitado, su espada está en el suelo, intenta zafarse pero sólo empeora la situación: No puede hacer nada para salvarla.
***
El enfrentamiento continúa en Tokio, esta vez con todas las Sailor Scouts: Mercury usa su Fulgor de Agua, Mars su Fuego Sagrado, Jupiter su Centella Relampagueante, Venus su Rayo Creciente y Eternal Sailor Moon su Poder del Cristal de la Luna Plateada, cada una de ellas aniquilando varias criaturas, aunque luego aparecen muchas más: Es una batalla interminable.
La líder scout, a pesar de seguir luchando, no puede evitar sentirse culpable por haber dejado sola a su compañera, aunque no quiere decir nada para no angustiar a las demás, sin embargo, Luna lo nota. – ¿Qué te sucede, Sailor Moon? Pareces distraída.
– Es que, ahora que lo pienso, no sé si haya sido buena idea dejar a PJ sola…
– Vamos, Serena, tú misma dijiste que confiabas en ella.
– Lo sé, pero aun así estoy muy preocupada. Sólo espero que esté bien.
***
El anciano se acerca lentamente a PJ, colocando su mano frente a ella para preparar su técnica. – Dejaré que la veas morir, mi otrora estudiante. Luego será tu turno… – Dicho esto, él suelta una macabra carcajada.
– Yo… – La adolescente cierra los ojos, luego los abre, mostrando una mirada llena de determinación. – ¡No lo permitiré!
Una de las ramas oscuras se parte a la mitad, y una delicada mano se aferra a la de Agamenón, a la vez que el símbolo de la Tierra empieza a brillar en la frente de la joven princesa. Luego se rompe la otra rama, algo que sorprende al viejo villano pues las Hiedras del Tártaro son muy poderosas y nunca se romperían así de fácil pero… ella lo pudo hacer, y no logra explicarse el por qué. Entretanto, PJ se levanta lentamente, estirando a un costado la mano que tiene libre y el Báculo Elemental es atraído hacia ella, y la furia emerge de sus ojos color esmeralda. – ¡Esto es imposible!
– Has asesinado a muchos inocentes, Agamenón. – dice la princesa Perséfone, apartando la arrugada mano de su rostro. – ¡Pero eso se acabará ahora! – Dicho esto, ella suelta al anciano para tomar el Báculo Elemental con ambas manos, colocándolo sobre su cabeza.
El hombre esta vez está lleno de pánico, dando algunos pasos hacia atrás, luego saltando para ganar algo de distancia, viendo con horror cómo un aura blanco verdosa rodea a la joven: ¿Ahora qué pasará?
***
Las Sailor Scouts notan cómo el clima cambia de repente, escuchando algunos truenos y viendo una extraña formación de nubes justo sobre el bosque de Aokigahara. En el acto, Gaia queda en shock. – ¡Oh no! Ya esto… ¡lo he visto antes!
– ¿De verdad? – Pregunta Mercury, muy curiosa. – ¿Podrías explicar de qué se trata esto? Pues no es normal que el clima cambie así.
– No es el clima… ¡ES LA JOVEN PJ!
– ¡¿QUÉ?! – Preguntan todas al unísono, y Sailor Moon sigue hablando. – ¿Esto lo hace nuestra amiga PJ?
– Así es.
– Si PJ es capaz de manipular el clima – Analiza la peliazul – entonces ella tiene un poder mucho más grande del que creíamos… Podría ser similar o incluso superar al de Sailor Moon.
– Es que no lo entienden. – Interrumpe la lechuza blanca, llena de angustia. – Esa técnica es muy poderosa y demanda demasiada energía… y la joven PJ aún no está preparada para usarla. Si algo sale mal… ¡ella podría morir!
– ¡Ella lo logrará! – Concluye la líder scout. – ¡Chicas, démosle a PJ toda la energía que podamos! – Todas asienten, así que ellas se colocan en círculo, cerrando sus ojos, concentrándose, sus tiaras desaparecen y en su lugar aparecen brillando los símbolos de sus respectivos planetas: – ETERNAL SAILOR MOON
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE MERCURIO
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE MARTE
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE JÚPITER
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE VENUS
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE URANO
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE NEPTUNO
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE PLUTÓN
– POR EL PODER DEL CRISTAL DE SATURNO
Dichas esas frases, auras multicolores salen expulsadas de sus cuerpos, formando esferillas luminosas que rápidamente salen disparadas hacia el centro de la formación nubosa. Sin embargo, Gaia sigue preocupada, ya que nada ocurre. – Gracias por su energía, jovencitas, pero… nada sucede, parece que no es suficiente. – No acaba de decir eso cuando otra esferilla se une al grupo: Es la energía de Darien.
***
Al otro lado del mundo, en un apartamento en Francia, June Delacroix duerme tranquilamente en su cama, para luego despertar en forma repentina. Aún sentada sobre su cama, ella mira hacia la ventana, admirando ese cielo nocturno, colocando su mano sobre su pecho, sintiendo algo muy raro dentro de sí pero, de alguna manera, muy especial. Cierra sus ojos y se concentra…
Una luz rosácea puede ser apreciada desde la ventana del apartamento, y esa misma situación se experimenta en varias partes del mundo, apareciendo repentinamente luces de distintos colores sin explicación alguna, para luego transformarse en esferillas muy luminosas, todas volando a gran velocidad a través del globo terráqueo.
***
Las scouts y sus mascotas guardianas observan con asombro cómo distintos puntos de colores aparecen de la nada y se unen a una gran esfera de energía que se forma en medio de la tempestad, y la misma empieza a brillar con cada vez más fuerza.
***
La princesa Perséfone mueve su báculo y lo coloca en posición vertical, justo frente a ella, mirando al ya asustado Agamenón, con determinación y valentía en su mirada esmeralda, respirando profundamente para finalmente decir estas palabras: – Furia de los Elementos… ¡MANIFIÉSTATE!
Un rayo de energía emerge de la esfera luminosa entre las nubes, atravesando el terreno hasta llegar al reino subterráneo, impactando directamente en el anciano, quien gime de dolor y agonía, hasta desaparecer por completo. En esto, las hiedras desaparecen y liberan al joven, y los Demonios Negros desaparecen de Tokio.
Perséfone cae de rodillas, perdiendo su forma de princesa y volviendo a convertirse en Sailor Earth, al igual que Hades vuelve a ser Inferno. Ella se le acerca, muy preocupada por la gran herida que tiene sobre su hombro. – Estás muy mal. ¡Necesitas ayuda!
– No t… te preocupes. He p… pasado por… cosas peores… créeme…
El lugar empieza a temblar, así que la scout ayuda a Inferno a levantarse, intentando caminar junto a él, pero van demasiado lentos. – Debemos salir de aquí.
– Yo… creo que… aún tengo algo de energía para c… crear un portal.
– No te esfuerces. Estás malherido. Guarda tus energías.
– S… si no lo hago… ambos moriremos… – No acaba de decir esas palabras, cuando el lugar empieza a colapsar.
***
Las Sailor senshies miran a su alrededor, asegurándose que no queda ninguna criatura maligna. Entonces, Eternal Sailor Moon rompe el silencio. – Muy bien chicas, ahora hay que volver con PJ.
– ¡SÍ! – Exclaman al unísono, y cuando están por empezar a correr, pueden sentir un temblor y una gran nube de polvo sobre el bosque, algo que las llena de preocupación.
Ellas esperan, temblando, con muchas expectativas, y de repente pueden ver cómo aparece un portal entre algunos escombros, y se alivian al ver que de allí emergen caminando lentamente Sailor Earth y Lord Inferno.
Sailor Earth & related © Ghosthead-Nebula
Sailor Moon & related © Naoko Takeushi & Toei Animation