10 - La estrella de Asgard
CAPÍTULO 10
LA ESTRELLA DE ASGARD - EN BÚSQUEDA DE LAS RUNAS
Jade se encuentra recorriendo el museo, revisando cada uno de los objetos exhibidos, limpiando el polvo con un pañuelo, verificando que todo esté en orden, hasta que de repente alguien se dirige a ella. – Hola, Jade.
– ¿Eh? – La morena da la vuelta, descubriendo que se tratan de PJ, Aurora y Chris, así que se dirige a su interlocutora. – Hola PJ. ¿Qué tal? ¿Se te ofrece algo?
– De hecho sí… ¿tienes tiempo para un cappuccino?
***
Pueden apreciarse algunas tazas de humeante cappuccino, mientras conversa el cuarteto de jóvenes en la cafetería frente al museo. – Hmm… Conque buscan información sobre la Estrella de Asgard.
– Así es. – Responde la pelicastaña. – Y ya que trabajas con antigüedades, pues supuse que sabrías algo al respecto.
– Puedo suponer que se trata de una asignación escolar a raíz del robo. ¿Cierto?
Todos se miran a las caras, luego miran a la morena, moviendo la cabeza afirmativamente mientras sendas gotas aparecen sobre sus rostros. Jade percibe algo extraño en ellos, pero decide continuar conversando. – Pues sí, efectivamente he leído sobre ella. Se trata de una gran gema hallada hace unos 10 años por un grupo de estudiantes escoceses quienes acampaban al norte de Inglaterra, a pocos kilómetros de Escocia, y precisamente por la cercanía a la frontera y por la nacionalidad de sus descubridores hubo una cierta disputa legal sobre cuál sería su destino. Al final Inglaterra se quedó con los derechos sobre ella por asuntos territoriales.
– Como siempre, la política y las leyes de por medio. – Se queja Chris, quien puede tolerar muchas cosas, pero nunca ha podido darle sentido a ciertas leyes, aunque igual las respeta por “obligación” como él mismo suele decir.
Jade sonríe ante el comentario del joven. – Es cierto, se trata de cosas que un “simple mortal” no puede manejar. Pero en fin, para no desviarnos del tema, quisiera explicarles que la Estrella de Asgard no fue llamada así por su forma de estrella, sino más bien por su rara naturaleza y sus muy extrañas propiedades… Incluso hay quienes dicen que esa gema es… “mágica”.
– ¿Mágica? – Pregunta Aurora. – ¿Por qué dicen eso?
– Bueno, dicen que esta gema guarda relación con la mitología nórdica y que fue enviada a la Tierra por el mismo Odín, que tiene poderes extraños y que otorgarían a quien la hallara una fuerza e inteligencia indescriptible, además de la buena salud e incluso la inmortalidad. Por supuesto que en la realidad eso no es así, aunque… desde su hallazgo ha habido muchos incidentes, muy raros por cierto: Pérdidas de objetos, problemas de salud en sus descubridores, y al parecer también provocaba el pleito legal entre ambas naciones. Se dice que es por eso que esta gema ha tardado mucho en ser enviada al museo.
– ¿Y qué interés tendría entonces la persona que robó esa gema?
– Pues PJ, según algunos investigadores, la Estrella de Asgard podría contener una gran energía acumulada en su interior, y si lo de los incidentes es cierto entonces también tendría alguna cualidad mística. Si yo fuese ese ladrón, la buscaría más que todo por esa energía que se dice tener.
– ¿Y si fue por dinero? – Pregunta la chica de cabellos blancos.
Jade mira a la muchacha, y le responde: – Yo no descartaría esa posibilidad, pero en ese museo hay cosas mucho más valiosas y con incluso menos sistemas de seguridad, lo que me parece totalmente raro, considerando las circunstancias.
– Ya veo… – Proserpina queda pensativa, luego se levanta junto a los demás. – Bueno, ya debemos irnos. Muchas gracias por todo Jade.
– Fue un placer. Y gracias por el café. – Dicho esto, cada cual retorna a sus respectivos lugares.
***
Managarm y sus asistentes se dirigen hacia el portal misterioso. Múspell entonces rompe el silencio: – Señor, si me permite preguntarle… ¿De qué manera se utilizará esta gema para nuestros propósitos?
– Tengo una teoría. – Responde el hombre, un poco confundido. – Pero nuestra señora me dijo que, una vez que tenga la gema en mis manos recibiría más instrucciones. – En esto ellos se paran frente a la estructura, el villano entonces mueve la mano que tiene libre sobre el monolito para activar dicho portal, en el cual al cabo de unos segundos aparece la silueta de la misteriosa mujer. Es allí cuando los tres hacen una reverencia, a la vez que Managarm le muestra el cristal a su superior. – Mi señora, he aquí la Estrella de Asgard, tal como usted lo ordenó.
– Excelente trabajo. Acércalo más al portal.
– Como usted ordene. – El pelipúrpura se acerca más al portal, a unos escasos 50cm del mismo, ansioso por saber qué pasaría después, cuáles serían sus siguientes órdenes.
La mujer mueve entonces sus manos, recitando un conjuro, a la vez que la gema adquiere un ligero brillo azulado, levitando lentamente, pudiéndose ver que el cristal empieza a fragmentarse, hasta que súbitamente se parte en exactamente 11 piezas ante la sorpresa de los presentes, la cual se hace mayor al abrirse la puerta tras ellos abruptamente, y esos pedazos salen disparados hacia el exterior, a excepción de la pieza más grande, con forma circular.
Managarm no sale de su asombro. – Pero señora, usted acaba de destruir…
– No te precipites. – Responde la mujer, con mucha calma. – En este momento, cada fragmento de la Estrella de Asgard se dirige hacia un portador de una runa, para así poder fusionarse. De esta manera, la energía emanada será mucho mayor y más fácilmente detectable. – En esto, el fragmento de cristal que quedó desciende nuevamente hasta la mano del villano. – Al completarse la fusión, este cristal reaccionará. Úsalo para encontrar a los portadores de las runas.
– Así lo haré, mi señora… – Acto seguido, la misteriosa mujer desaparece.
***
El BMW negro se estaciona frente a la academia, descendiendo de allí Aurora. PJ se asoma por la ventanilla para hablarle a su compañera. – ¿Segura de que no quieres quedarte en casa?
– Si, no te preocupes. – Responde la jovencita. – Quedé de estudiar con unas compañeras. Pero estaré atenta ante cualquier emergencia.
– ¡PJ! – Todos miran en dirección de la voz: Se trata de Marina, quien se dirige rápidamente a ellos. – ¡Qué bueno que están aquí! Me han ahorrado el viaje en bus.
– ¿Qué no te ibas a quedar ayudando a Phoebe?
– Sí, ese era el plan original. Pero nos acabamos de enterar que el examen de mañana ha sido suspendido.
– ¿En serio?
– Así es. Dicen que el prof. Smith de repente empezó a sentirse mal y ahora está muy enfermo. Tuvieron que llevarlo al hospital…
***
Una pareja se encuentra en la sala de emergencias del hospital. El hombre está sobre la camilla, quejándose de dolor, mientras su acompañante habla con el médico. – Doctor, mi esposo estaba muy bien y de repente empezó a quejarse de dolores. No sé qué le ocurre.
– ¿Ha comido algo que podría haberle causado este malestar?
– No doctor. Nuestra comida es sana y él suele hacer muchos ejercicios. – En esto, ellos escuchan unos gritos de dolor, así que la mujer se acerca a su marido. – ¿Jonathan, qué tienes? ¡Doctor haga algo!
***
Los Guardianes de Hela se encuentran aún en la habitación secreta, sumamente aburridos, hasta que Múspell rompe el silencio. – ¿Cuánto tiempo debemos esperar, señor Managarm?
– Paciencia, mis estimados asistentes. – Responde el villano, muy confiado. – Es así como lo quiere nuestra ama y señora. No debemos cuestionar sus órdenes… – Entonces, la gema que tiene en sus manos empieza a dar pulsos de luz, pudiéndose apreciar en su interior la imagen de un hombre. – ¿Lo ven? Ya ha aparecido el primero. ¡Vayan a por él!
– Sí, señor. – Responden ambos hermanos, quienes desaparecen en el acto.
***
De vuelta en el hospital, se puede apreciar como el hombre enfermo empieza a brillar con tono azulado, surgiendo muchos rayos de su cuerpo hasta un punto a unos 25cm sobre su pecho, creando de esta manera una figura extraña para asombro de los presentes, la cual tiene forma ovalada, con textura parecida a una piedra gricásea, apreciándose una especie de símbolo en su interior: Es una runa.
La esposa del paciente está sin palabras, estirando su mano hacia el objeto recién aparecido, preguntándose qué es esa cosa, hasta que de repente una esfera helada casi la golpea y, al mirar todos hacia arriba, pueden ver a Niflheim y Múspell levitando justo sobre el enfermo, siendo la villana la primera en hablar, tomando la Runa entre sus manos: – Esto es nuestro…
– Hermana – dice su compañero. – ¿Qué te parece si nos divertimos un poco antes de volver con el amo?
– Será un placer. – Dicho esto, ambos empiezan a arrojar sus técnicas a los presentes.
***
PJ y Chris acaban de dejar a Marina en su casa y van en camino hasta la de la griega. Ellos conversan tranquilamente, planificando sobre lo que harán al día siguiente para continuar con su investigación, hasta que en una intersección pueden ver a un montón de ambulancias que van rápidamente al hospital. – Son muchas ambulancias. ¿Qué habrá sucedido, Chris?
– No lo sé. Pongamos la radio. – Dicho esto, el joven de cabellos dorados enciende la radio y empieza a sintonizar los canales hasta dar con uno que está transmitiendo las noticias, informando que hay una situación sumamente caótica dentro del hospital, algo que alarma a los adolescentes, así que ni cortos ni perezosos se dirigen hacia ese lugar.
Al llegar allí los chicos pueden apreciar a un sinnúmero de personas huyendo despavoridas del recinto, así que ellos se miran, mueven su cabeza afirmativamente y proceden a sus respectivas transformaciones.
***
Niflheim recorre los pasillos del hospital montada sobre una camilla, usándola a modo de carrito, mientras empieza a lanzar sus bolas heladas a todo aquel que se mueva. Entretanto Múspell se acerca a la sala de reunión de enfermeras, acorralándolas, disfrutando del momento, hasta que alguien abre la entrada a emergencias de par en par, observándose 2 siluetas, y una de ellas empieza a hablar: – No permitiremos que hagan más daño en un lugar donde más bien se protege la salud de las personas. Soy la Sailor Scout de la Tierra y la Naturaleza, quien lucha en pro de la vida y la biodiversidad. En nombre de la flora y fauna… ¡Prepárense para ser penalizados!
– ¡No fastidies! – dice la villana, arrojando una de sus técnicas a los senshies.
Dark Knight se dirige entonces a su compañera. – No podremos luchar mientras ellos estén dentro del hospital.
– Tienes razón. – Responde la guardiana de la naturaleza. – Vayamos al estacionamiento. Con suerte nos perseguirán y abandonarán la sala de emergencias. – Dicho esto, ambos combatientes empiezan a caminar hacia atrás, esperando a que sus enemigos los persigan, lo cual ocurre casi en el acto, así que todos abandonan el recinto para llegar a un espacio mucho más abierto.
Una vez afuera empieza una intensa lucha, lanzándose sus técnicas especiales, propinándose golpes y patadas, mientras la multitud huye del lugar y se esconden en lugares relativamente más seguros. Los villanos demuestran una vez más su potencia en cuanto a ataques, causándoles un gran problema a los héroes, pero estos últimos no se quedan atrás y responden de manera formidable.
El problema surge entonces en que, a raíz de la batalla, hay mucha dispersión de técnicas, cayendo peligrosamente cerca de las personas, razón ésta que impide a los senshies utilizar sus poderes al máximo. De repente, una esfera en llamas sale disparada hacia un grupo de pacientes, tan alejado de los combatientes que éstos no tendrían tiempo suficiente para repeler dicho ataque y proteger a los inocentes, pero entonces…
– Escudo de Aire… ¡PROTEGE! – Luego de esas palabras, aparece una especie de muralla hecha con ráfagas de viento: Sailor Twister ha entrado en acción.
Nuevamente se reinicia la batalla, esta vez mucho más intensa ya que está la nueva Scout. Esta situación no le agrada mucho a Múspell, quien habla con su hermana. – Creo que ya nos hemos divertido bastante. Volvamos con nuestro amo.
– Pero hermano, ¡esto es tan divertido!
– Esto empieza a escaparse de nuestras manos. – Se queja el hombre, tomando la mano de su consanguínea. – ¡Vamonos! Ya tendremos nuestra oportunidad…
– Está bien… – Accede la mujer, un poco molesta, pero no tiene más remedio. Ambos levitan lentamente, mirando a sus oponentes, y ella continúa hablando. – No crean que esto ha acabado aquí, ya nos volveremos a ver… – Acto seguido, ellos desaparecen, pudiéndose percibir una macabra risa.
Entretanto, Sailor Earth mira hacia arriba, pensativa, pensando en el objeto que Niflheim tenía en sus manos. – ¿Qué será eso?
***
Al cabo de aproximadamente media hora las cosas empiezan a normalizarse en el hospital. Los chicos se han quitado la transformación y recorren la sala de emergencias, asegurándose que los heridos están siendo adecuadamente tratados, hasta que PJ logra reconocer entre los pacientes a alguien en particular: – ¡Pero si es el Prof. Smith!
El grupo corre hacia donde está el docente, quien está despierto, pero estático, con su mirada apagada, perdiendo el brillo en sus ojos, como si se tratase de un zombi. Su esposa está a su lado, muy preocupada. Entonces la joven pelicastaña decide conversar con ella. – Hola, soy alumna del prof. Smith. ¿Cómo está él?
– No muy bien. – Responde la mujer, muy afligida. – Los doctores dicen que aún tiene sus signos vitales pero… es como si él no estuviese en este mundo, lo siento tan… ausente.
– ¿Es por eso que usted lo trajo aquí?
– No, claro que no. Lo traje aquí por un dolor que le dio de forma súbita. Pero… esos monstruos le hicieron algo.
– ¿Qué cosa? – Pregunta PJ, y es allí cuando la mujer le explica todo lo sucedido un par de horas atrás…
***
8:00pm.
Es hora de volver a casa, así que los chicos deciden abandonar el hospital. Por la hora se hace necesario que Aurora se quede en casa de la griega, así que optan por ir directamente allí. Allí el joven Walker nota la preocupación en el rostro de su novia. – PJ, no te angusties. Lograremos resolver esto.
– Chris… ¿Viste lo que Niflheim tenía entre sus manos?
– Apenas pude. Parecía una roca o algo parecido. ¿Crees que sea eso lo que le han extraído a tu profesor?
– Eso me temo. Y lo peor… es que no sabemos si habrá más ataques de este tipo, si habrá más personas con esas cosas.
– Entonces debemos prepararnos. – Interrumpe Aurora. – Para proteger a las demás personas. Y para hallar la manera de ayudar al prof. Smith.
– Aurora tiene razón. – Acota Chris, abrazando a su amada. – Por ahora descansemos. Y desde mañana vamos a entrenar.
– Gracias, chicos… – concluye la pelicastaña, con una leve sonrisa en sus labios, pues sabe que este equipo está dispuesto a superar todas las adversidades…
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