08 - El espía

19.01.2013 19:05

CAPÍTULO 8

EL ESPÍA

 

       PJ y los demás se encuentran en el parque, observando el atardecer mientras conversan sobre lo que ocurrió en el Mall, en especial sobre el nuevo ataque de Sailor Earth. – Vaya, PJ… – Empieza Lita. – No teníamos idea de que pudieses hacer ese ataque.

– Pues… la verdad… yo tampoco lo sabía.

– ¿Eh?... ¿Entonces cómo…?

– No lo sé… – Responde la pelicastaña, muy pensativa. – Sólo… ocurrió.

– Eso es porque empiezas a recordar… – Todos miran en dirección a la voz: Es Gaia, quien se posa sobre el hombro de su protegida. – A medida que vas adquiriendo experiencia como Sailor Scout, tus recuerdos se hacen mucho más presentes.

– ¿Tú crees? – Gaia asiente ante la pregunta de PJ. Ella sonríe, pero luego… – Por cierto: ¿Dónde estabas? No te vi en todo el día.

– He estado investigando…

– ¿Eh?... ¿Qué cosa?

– Mejor dicho… a quién… – Todos quedan en silencio, observando a Gaia con asombro. El ave empieza a hablar en un tono más serio. – Alguien los está espiando.

– ¡¿QUÉ?!

 

***

 

      Cliptenestra camina con toda prisa en medio de la oscuridad, recorriendo el largo y solitario pasillo, hasta llegar al gran salón, deteniéndose bajo la única y tenue fuente luminosa que a duras penas ilumina el lugar, observando al trono entre las sombras. Ella está un poco nerviosa, y con mucha razón: Ha pasado mucho tiempo y aún no obtiene la Esencia Pura.

 

      La mujer hace una reverencia. – Mi señor… ¿me mandó usted a llamar?

– Así es… – Puede escucharse una lenta respiración. – Cliptenestra: ¡Me has fallado!

– Pero señor… yo…

– ¡SILENCIO! – Todo a su alrededor permanece silencioso, pudiéndose percibir el sonido de algunos pasos… El regente del Imperio de las Sombras camina lentamente hacia la avergonzada mujer, parándose justo frente a ella.

 

      Cliptenestra levanta la cabeza, observando a su líder… viendo frente a ella a un hombre muy alto, de 1,83m de estatura, vestido con armadura al estilo grecorromano, con sandalias y grebas de color negro, al igual que su faldón, usando una pechera de color gris plomo, hecha con una rara aleación de titanio y un metal aún desconocido, y del mismo material son sus brazaletes. En sus hombros posee broches que sostienen una larga capa negra, y sobre su cabeza tiene un yelmo del mismo metal que su pechera, el cual apenas puede revelar sus ojos plateados, y en cuyo extremo superior cuelga una especie de penacho negro, a modo de adorno.

 

      Ella puede observar la ira a través de esos ojos, algo que la atemoriza aún más. Entonces se arrodilla, abrazando los pies de su líder. – Señor… perdóname por haberle fallado… no volverá a ocurrir…

– He sido muy paciente contigo, Cliptenestra, pero mi paciencia tiene un límite y ya ha sido rebasado… Sin embargo, te daré una última oportunidad. Si me fallas… sufrirás las consecuencias.

– No le fallaré, amo y señor… ¡juro que no le fallaré!

– Más te vale, por tu propio bien… – Acto seguido, el misterioso hombre vuelve a las sombras a sentarse en su trono. – Ahora… ¡LARGATE!

– Como ordene…

 

      Una vez que se marcha, el desconocido mira hacia tras suyo, donde puede verse un par de ojos color ladrillo. – Prepárate: Si ella falla, será tu turno.

– Sí, mi señor – Responde la persona, quien es un hombre. – Estaré listo para servirle.

 

***

 

      PJ exclama a viva voz. ¡Sabía que esa sensación era real!

– Por favor, Gaia. – Dice Amy, acercándose al ave. – Dinos quién nos espía.

– Eso es precisamente lo que quiero averiguar. Durante la pelea en el Centro Comercial, he notado la presencia de alguien. Apenas vi su silueta tras los ventanales. Pero en cuanto fui a investigar… se había ido.

– Lo mismo ocurrió en la escuela. – Acota la pelicastaña. – Y también en la casa de los espejos de la feria.

– Un momento… – Interrumpe Mina, muy pensativa. – ¿Casa de los espejos? Nosotras no hemos ido a esa atracción, solamente… – Entonces, la rubia se acerca a su amiga, mostrando asombro a través de sus ojos azules. – ¡Ahora lo veo claro!

– ¿Eh?

– PJ: No es a nosotras a quienes nos espían ¡ES A TI! – Todos se sorprenden ante esa afirmación, y lo más increíble es que, efectivamente, tiene mucha lógica.

 

      Proserpina queda estática, temblando un poco. – A… ¿mí?

– Mina podría tener razón. – Raye se levanta, observando el paisaje nocturno, muy pensativa. – Pero… ¿Por qué?

– Quizás por su pasado… – El grupo mira en dirección de la voz, descubriendo que cerca de ellos se encuentran Haruka y compañía. Ella mira a Serena, mostrando su frívola pero característica sonrisa. – Gusto en verte, cabeza de bombón.

– Oigan… – Interrumpe PJ, tratando de cambiar el tema. – ¿No creen que deberíamos hablar sobre el… el… este…? – En esto, las Outer Senshies muestran sus ítems de transformación, algo que sorprende a la jovencita. – Ustedes... ¿También son Sailor Scouts?

 

***

 

      El regente del Imperio de las Sombras camina por un largo pasillo, siendo seguido por el sátiro. Este último rompe el silencio. – Amo: ¿Cree usted que ella falle?

– No me sorprendería: Durante todo este tiempo no ha traído más que fracasos.

– Entonces… ¿Por qué le dio una nueva oportunidad?

– Por información.

– No… lo comprendo… – La caminata es nuevamente silenciosa, pues Hermócrates espera por una respuesta, pero no obtiene nada. Luego… – ¿Amo?

– ¿Qué quieres?

– Disculpe usted pero: ¿Información sobre qué? ¿Se trata de esas Sailor Scouts?

– De una en particular…

– Creo que sé de quién se trata: La nueva Scout. ¿Cierto?

– Precisamente. Quiero saber todo sobre Sailor Earth.

– ¿Por qué tanto interés en ella?

 

      Ambos se detienen frente a una puerta. El joven se dirige a su sirviente. – Basta ya de preguntas.

– Lo siento, amo.

– Vete. Y más te vale que no divulgues nada de lo que acabo de decir.

– Como ordene, mi lord… – Hermócrates se retira, en silencio. Entonces el misterioso joven abre la puerta, emanando del interior una luz azulada, y él ingresa.

 

***

 

      Las outer senshies se unen al grupo, y Michiru empieza a hablarle a la nueva integrante. – Te hemos estado observando, Sailor Earth.

– ¿Qué cosa? – Interrumpe Serena, colocándose al frente de su compañera. – ¿Acaso ustedes son las espías?

– No… – Responde PJ, ante el asombro de todos. – Ninguna de ellas posee la esencia que percibí. Debe ser alguien más pero… ¿quién?

– Pues… – Expone Amy, después de analizar lo que se ha hablado. – Si el interés es tu pasado, debe ser alguien relacionado con él. Quizás alguien que hayas conocido en tu vida anterior…

– O quizás sea el enemigo. – Acota Raye. – Para conocer tus movimientos, ya que eres nueva en nuestro grupo.

– Lo que dices es lógico, Raye. – PJ se levanta, encarando a las outer senshies, con miles de preguntas en su cabeza. – Lo que no me explico es… ¿por qué ustedes me vigilaban?

– Por muchas razones. – Responde Haruka. – El enemigo apareció después de tu llegada de Grecia, eso para empezar.

– Teníamos nuestras sospechas. – Continúa Michiru. – Pensamos que tú estabas ligada al enemigo.

– Por suerte estábamos equivocadas. – Acota Setsuna. – Lo supimos por tu energía.

– ¿Por mi energía?

– Sí. – Responde Hotaru, muy calmada. – Yo misma la percibí: En forma normal y en forma de Sailor Earth, siempre era la misma energía. Lo que nos decía que se trataba de la misma persona: De ti.

– Ya veo. Y dime… err…

– Hotaru.

– ¿Hotaru? Bien. Dime, Hotaru: ¿Puedes percibir cualquier tipo de energía?

– Casi cualquier tipo.

– Entonces… ¿podrías detectar al poseedor de la Esencia Pura?

 

      Todos quedan en silencio…

 

      Hotaru observa a su interlocutora, muy sorprendida por esa pregunta, luego baja un poco la cabeza, en señal de decepción. – Si al menos supiera qué es esa Esencia Pura, quizás lo haría. Pero por ahora no puedo. Lo siento.

– Entiendo… Descuida, creo que pedí demasiado, pues, nadie sabe lo que es esa Esencia Pura, y qué es lo que hace. – Todos muestran decepción: Hubiese sido ventajoso tener la posibilidad de detectar al poseedor de esa esencia.

 

      Entonces, Amy interrumpe el momento. – Oigan: ¿No es algo tarde? – Todas las chicas miran sus relojes con espanto: ¡Las 8:30PM! ¡Debían volver a casa!

 

***

 

      Es la madrugada del día siguiente. La joven Tatopolous duerme serenamente, cuando de repente despierta. Ella enciende su lámpara, mirando su despertador: Son las 3:30AM. – Otra vez ese sueño… ¿Qué significará?

 

      Súbitamente, ella se queda inmóvil, mostrando sorpresa a través de sus ojos color esperanza, percibiendo algo que ya se tornó familiar. Es el espía – Ella mira hacia la ventana, pudiendo ver una sombra que rápidamente desaparece. ¡Esta vez no se me escapará!

 

***

 

      Una luz blanco-verdosa ilumina la habitación de PJ, y Sailor Earth salta desde la ventana en la planta alta de su residencia, recorriendo la oscura calle, siguiendo a esa sombra que la ha estado prácticamente acosando desde hacía ya varios días.

 

      Ella recuerda la teoría de Amy: “Si el interés es tu pasado, debe ser alguien relacionado con él. Quizás alguien que hayas conocido en tu vida anterior…” Espero que esa teoría sea la correcta. Pensó la joven, pues está ansiosa por conocer todo acerca de su vida, y quizás él o ella pueda darle la respuesta…

 

      Sin embargo, también siente inquietud por lo que expuso Raye: “O quizás sea el enemigo. Para conocer tus movimientos, ya que eres nueva en nuestro grupo.” Esa posibilidad la tiene un poco nerviosa: ¿Qué sucede si esa es la teoría correcta? Se estaría exponiendo al enemigo sola, en plena madrugada, sin que nadie pueda ayudarla… Lo que la haría blanco fácil de quien quisiera atacarla. Debo tomar el riesgo… – Ella se arriesga, y mucho: Ni siquiera Gaia, su fiel compañera, sabe en dónde se encuentra la Senshi.

 

      Al rato, ella se detiene frente a la silueta de una persona, apenas iluminada por la luna llena. Entonces, la joven rompe el silencio: – ¿Quién eres? – No hay respuesta

 

***

 

      Gaia despierta, acercándose a la ventana de su protegida, pero la cama está vacía, algo que la preocupa mucho. – Joven PJ… ¿dónde habrá ido? – Ella se aleja, volando a lo alto, iniciando así su búsqueda.

 

***

 

      Sailor Earth se molesta, pues no obtiene respuesta alguna, así que apunta su báculo a la persona desconocida, muy amenazantemente. – ¿Quién eres y qué quieres de mi? ¡RESPONDE!

 

      De repente, esa persona desaparece, ante la mirada atónita de la Senshi. Ella se acerca al lugar donde estaba, mirando a todas partes. ¿Dónde se habrá ido?Pensó. De manera igualmente súbita, ella siente la misma presencia justo a sus espaldas, y cuando da la vuelta recibe un golpe suave, pero directo en la mano derecha, haciéndole perder su báculo. La joven encara al desconocido, quien luce como un guerrero antiguo, y cuando trata de defenderse, una gruesa espada se acerca a su rostro…

 

      Su respiración es acelerada, su corazón palpita a mil por hora, la punta de la espada partió los visores en dos, así que ella se los quita, revelando su rostro. En la frente puede apreciarse un minúsculo corte, por lo que un hilillo de sangre recorre su pálido rostro: Un poco más, un par de centímetros más, y él le habría perforado la parte frontal del cráneo. Esta acción la pone más nerviosa que antes: – ¿Por qué hace esto?... ¿Qué es lo que quieres de mí?

– Lo sabrás… si me vences – En esto, él aparta la espada, colocándose en posición de lucha, esperando por su oponente.

 

      Sailor Earth sólo está estática, llena de temor… ¿Qué debo hacer…?

 

 

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