04 - Vidas Pasadas
CAPÍTULO 4
VIDAS PASADAS
Es el día siguiente a la aparición de Sailor Earth. Son alrededor de las 2:45PM.
Serena y sus amigas están reunidas en la sala de su casa para tratar todo lo referente a la nueva Sailor Scout. Enseguida tocan la puerta y Amy abre: Es Darien, quien está acompañado por Luna y Artemis. – Hola, Darien. Pasa. – El joven y las mascotas ingresan al interior de la residencia, dirigiéndose hacia donde están las demás.
Una vez adentro, Serena corre hacia sus brazos, llena de emoción. – ¡Mi Darien!
– Bien, Serena: Ya que estoy aquí… ¿Podrías decirme qué es esa cosa tan importante que debías comentarme?
– Claro, Darien. Verás, lo que sucede es que… – Allí empieza a relatar lo sucedido el día anterior, de cómo el enemigo volvió a atacar, y de cómo se reveló la existencia de una nueva Senshi. – … Y eso fue lo que sucedió.
– ¿Entonces resultó ser PJ una nueva Scout? – Pregunta Luna, llena de asombro. – Pensé que todas las Sailor habían despertado… Nunca creí que hubiese alguien más…
– Sailor Earth… – Interrumpe Artemis, pensativo. – Esto es tan extraño: Se supone que el protector de la Tierra es Tuxedo Mask… Nunca había oído de una Sailor de la Tierra… es más… nunca oí sobre una princesa de este planeta.
– Ahora que lo mencionas… es cierto. – Añade Serena. – Por más que intento buscar en los pocos recuerdos de mi vida pasada, no logro ver a PJ en ninguno de ellos. ¿Ustedes recuerdan algo?
– No. – Responden los demás, analizando ese “pequeño” detalle: Si PJ no está en su pasado… ¿Por qué es una Sailor Scout?
***
Es el lugar misterioso. Pueden oírse cientos de voces entre la oscuridad, todas hablando del mismo tema: Las Sailor Scouts. En medio del lugar, sentado en su trono, se encuentra el líder de ellos, ese joven desconocido que, por alguna razón en especial, desea obtener la Esencia Pura.
Él está callado, escuchando atentamente las voces, hasta que de repente aparece frente a él la extraña mujer, quien hace una reverencia. – Señor: He venido a informarle que ya elaboré mi plan, y estoy lista para ejecutarlo.
– Excelente. Puedes retirarte.
– Como ordene. – En esto, ella hace una reverencia final y se marcha.
***
– ¿Saben? Deberíamos ir ahora mismo a casa de PJ y hablar al respecto. – Todos están de acuerdo con la sugerencia de Mina, así que toman sus cosas y abandonan la casa, caminando a paso lento, recorriendo las calles hasta que, minutos después, llegan a su destino.
Ellos se acercan a la puerta y tocan el timbre, siendo recibidos por la dueña de la casa. – Buenas tardes, jovencitos. ¿Se les ofrece algo?
– Sí. – Responde Lita. – ¿Es aquí donde vive PJ?
– Así es.
– ¿Se encuentra en casa?
– Sí. Pasen. Esperen en la sala mientras la llamo. – Ellos acceden, así que entran al interior de la residencia y se sientan en los muebles.
Mientras tanto, la mujer se asoma por la puerta del cuarto de la adolescente, encontrándola allí, sentada y algo deprimida. – PJ: Tus amigos vinieron a visitarte.
– Mis… ¿Amigos? – Ella aún no ha hecho amigos, y duda que los haga… aunque sospecha de quienes se tratan. – Lo siento… no podré atenderlos. No me siento bien.
– ¿Te sucede algo?
– No, Sra. Kobayakawa. Es sólo que no estoy de humor para recibir visitas…
– Bien. Si tú lo dices. – Enseguida, la mujer abandona el cuarto, dejando a PJ sola en su cama. Ella se acuesta, pensativa, aún observando ese ítem de transformación.
Gaia se le acerca, algo preocupada por ella. – Joven, debería hablar con sus compañeras Scouts. Ellas tienen más experiencia y podrían orientarla.
– No sé si quiera hacer esto, Gaia. Yo… no me siento lista para ser una Scout… y no sé si algún día lo estaré.
– Claro que sí. Usted ha sido elegida como la protectora de la naturaleza…
– Pero… Si ni siquiera puedo protegerme de la burla de los demás… ¿Cómo crees que protegeré a un planeta entero?
– Entiendo sus dudas y su preocupación. Es por eso que usted debería hablar con ellas.
– No lo sé… – PJ suspira, abrazando su almohada, mientras llora en silencio.
***
– ¿Qué no puede recibirnos? – Pregunta Serena, algo decepcionada. – Aww… ¡Qué pena!
– De verdad lo lamento, muchachos. – Acota la mujer, muy apenada. – Ella no se siente bien. ¿Podrían venir a visitarla otro día?
– *suspiro* Supongo… – Tanto la rubia como sus compañeros toman sus cosas y se marchan, decepcionados porque no pueden hablar con PJ.
Al salir, la líder del grupo observa una ventana en la planta alta, adornada con cortinas blancas y mostrando una banderita de Grecia… definitivamente ese el cuarto de la nueva estudiante. – Hay que hablar con ella… – Pensó. Así que, ni corta ni perezosa, se dirige hacia ese lugar, parándose sobre la grama mientras aún observa esa ventana.
Los demás perciben sus intenciones y se le acercan, siendo Amy quien habla. – No intentarás subir allí… ¿Verdad?
– Pues… Si ella no nos recibe… ¡Iremos hasta su cuarto!
– ¡SÍ! – Exclaman las demás, mientras Amy, Darien, Luna y Artemis sólo se limitan a observarlas con pena ajena.
***
PJ está acostada en la cama, mientras Gaia se acurruca a su lado, acompañándola en tan difícil momento, cuando de repente se escuchan golpecitos sobre la ventana. La joven observa, descubriendo que se trata de Serena. – ¿Pero qué…?
– ¡Hola PJ! ¿Podemos hablar? – Saluda la alegre rubia, aunque al rato se queja por el tambaleo, así que mira a sus amigas: Lita y Mina en el suelo y sosteniendo a Raye, mientras esta última la sostiene a ella. – ¡No se muevan tanto!
– ¿Qué no nos movamos? – Se queja Raye. – Eres tú la que está inquieta. Además de que estás muy pesada: ¡TE ESTÁS PONIENDO GORDA!
– ¿GORDA? ¡NO ES CIERTO!
– ¡NO TE MUEVAS TANTO!
– ¡YO NO ME ESTOY…! – No acabó de decir su frase, pues por la discusión perdieron el equilibrio y las chicas caen, una encima de la otra.
PJ se levanta rápidamente y se asoma por la ventana, observando ese cuadro tan particular: Las chicas en el piso, mientras los demás sólo sienten vergüenza. – ¿Están bien?
– Huy… mi colita… me duele…
– Mina: ¡Quita tus pies de mi cara!
– Lo haría, Raye… pero Lita está sobre mí.
La joven se sienta en la cama, sintiéndose peor que antes…
***
El grupo de amigas está en el cuarto de PJ, usando pomadas para calmar el dolor, mientras Amy y los otros se sientan en unos cojines, y la griega sobre la cama, avergonzada y triste. – Esto fue mi culpa: Si los hubiese recibido nada de esto habría pasado.
– No es tu culpa. No te preocupes. – Responde Amy. – Lo que importa es que ahora todos estamos juntos y podremos hablar al respecto.
– Yo… no sé si quiera hablar sobre ello… No sé por qué tuvo que pasarme esto a mí.
– Sé que esto es algo muy difícil para ti, pues todos han pasado por lo mismo. – Comenta Luna, sentándose sobre el regazo de la pelicastaña. – Estoy segura de que si conoces la historia sobre su pasado te sentirás mucho mejor.
– Bueno… – Ella se queda callada, dejando que Luna empiece a contarle todo acerca de la vida pasada de Serena, Darien y las Scouts, del reino Millennium de Plata, de la reina Beryl, de cómo cada uno descubrió su otra identidad, de todos los villanos que tuvieron que enfrentar, de las Outer Scouts, de Rini y Chibi-Chibi, las Sailor Stars, Sailor Galaxia… Ha sido una larga charla, la cual duró casi una hora.
Es entonces cuando la adolescente trata de analizar todo lo que acaba de oír. – A ver si entendí: Hace mil años existió un reino en la superficie lunar, llamado Millennium de Plata, el cual fue gobernado por la reina Serenity, quien fue la madre de Serena, por lo que ella fue una princesa. La corte de la princesa Serena estaba integrada por las princesas de Mercurio, Marte, Venus y Júpiter, quienes podían transformarse en las Sailor Scouts, y estaba enamorada de Endimion, príncipe de la Tierra. Un día, ese reino fue atacado por una mujer llamada Beryl, destruyéndolo todo… Entonces la princesa Serena, Endimion y las demás resucitaron en ustedes. ¿Cierto?
– Exactamente. – Responde Amy. – Luego cada uno de nosotros despertamos nuestros poderes. El resto ya es historia.
– Sí, pero… ¿Qué hay de mí? Es decir… Sailor Earth no ha sido mencionada en la historia que Luna me acaba de contar.
– Es natural… – Responde Gaia – Porque usted ha vivido en una época mucho más antigua que el Millennium de Plata.
– ¿Qué? ¿Es cierto lo que dices? – La lechuza asiente – ¿Sabes todo sobre mi pasado?
– Lamentablemente no. Sólo tengo algunos recuerdos, pero quizás éstos ayuden a aclarar tus dudas: Como dije, usted nació en una época mucho más antigua que el Millennium de Plata, una era gobernada por el poderoso Zeus.
– Espera: ¿No se supone que Zeus era sólo un mito?
– No. Él de verdad existió, al igual que su esposa Hera, y todos los demás.
– Esto es… Increíble… – Exclama PJ, estática y en shock. – Nunca imaginé que los dioses antiguos hayan existido…
– En eso se equivoca: Ellos sí existieron, pero no eran dioses, sólo poseían poderes especiales, por lo que la gente de esa época los consideraba como dioses. No eran más que mortales, iguales a ustedes. También la mayoría de los mitos relacionados con su vida son sólo eso: Mitos.
– No puede ser…
– Entiendo su confusión.
– Dime: ¿Acaso esos dioses… quiero decir, esas personas, han estado involucradas en mi vida anterior?
– Sí. De hecho, creo que usted es descendiente de uno de ellos.
– ¿De quién?
– Por desgracia no lo recuerdo.
– Y… ¿Recuerdas lo que sucedió? ¿Sabes por qué tuve que renacer en esta época?
– Temo decirte que no... – La lechuza nota la tristeza en el rostro de su protegida, así que trata de animarla. – Pero no te preocupes, sé que pronto ambas recordaremos todo.
– Espero que tengas razón.
– ¡Claro que sí, amiga! – Interrumpe Serena. – Ya verás que muy pronto recordarás tu vida anterior. Créeme.
– Has dicho… ¿Amiga? – Ella se sorprende, pues nunca pensó que algo así ocurriría. – ¿De verdad me consideras tu amiga?
– Claro que sí. ¿Cierto, chicos?
– ¡Por supuesto! – Esa respuesta, y la alegría en sus rostros, hacen que ella se sonroje de pena, pues sin darse cuenta, y siendo ella misma, quizás logró conseguir lo que tanto anhelaba: Amigos incondicionales
***
7:12PM. Todos se despiden de PJ, para regresar a su casa. Una vez que se han ido, la adolescente se sienta en el sofá, pensativa, y Gaia lo nota. – ¿Qué sucede?
– Nada. Es sólo que me gustaría saber más acerca de mi vida anterior.
– Sinceramente quisiera ayudarte, joven Proserpina, pero por ahora no puedo.
– Sí, lo sé. Y… Gaia: ¿Puedo pedirte un favor?
– Claro.
– ¿Podrías sólo llamarme “PJ”? Es que no me gusta que me llamen por mi verdadero nombre.
– Está bien, joven PJ. – En ese momento, el Sr. Kobayakawa llega a su casa, por lo que Gaia decide no hablar más. Después de saludar al dueño de la casa, PJ se marcha a su habitación.
***
Es de noche. La griega duerme tranquilamente en su cama, pues estaba muy agotada. La noche es cada vez más silenciosa, y entonces, ella empieza a soñar…
* SUEÑO *
Es un lugar oscuro. La joven mira por todas partes, pero no logra ver nada, por lo que se asusta. – ¿En dónde estoy? – De repente, de la nada aparece una hermosa mariposa, brillando con luz dorada, volando lenta pero armoniosamente alrededor de PJ. – WOW… ¡Qué hermosa es! – Luego, el insecto empieza a alejarse de ella, así que la adolescente empieza a seguirla. – Espera: ¡No te vayas! – Nada: La mariposa sólo se limita a volar.
Después de un rato, la pelicastaña descubre que la mariposa la ha guiado hasta el lugar donde se encuentra un espejo. Ella se extraña, pero también se llena de mucha curiosidad, así que se acerca hasta poder ver su reflejo... Y es allí cuando la joven se sorprende: En la imagen, ella aparece vistiendo un largo vestido de seda, el cual se amolda perfectamente a su anatomía, cuyo color es una degradación de tonalidades verdes, siendo más oscuro en la parte baja del mismo; y tiene un coqueto escote, tanto al frente como en la espalda. También usa un par de brazaletes dorados, e igualmente dorado es su collar, el cual tiene una esmeralda en su centro, y una delicada capa de tul verde semitransparente está abrochada por dicho collar. Su corona de esmeralda tiene cinco puntas, todas alineadas una al lado de otra, en forma de curva.
PJ observa a su reflejo con semejante atuendo, algo que la confunde. – Pero… ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy vestida así?
– Descuida… – La joven Tatopolous empieza a mirar por todas partes al oír esa dulce voz femenina. – Pronto encontrarás la respuesta.
– ¿Quién eres?
– Lo sabrás en su momento… – En esto, todo desaparece.
* FIN DEL SUEÑO *
La adolescente se despierta, muy confundida. – Dios… fue sólo un sueño. Pero… ¿Qué significará? ¿Acaso será algo sobre mi pasado?
***
Es de mañana. La joven estudiante aún duerme, mientras Gaia se posa sobre el tejado de la casa, sintiendo los primeros rayos del Sol. De repente, la lechuza observa como un pequeño gato blanco se acerca rápidamente hacia la casa. – ¡GAIA!
– ¿Artemis? ¿Qué sucede?
***
Cerca de un supermercado, Eternal Sailor Moon y sus compañeras se enfrentan a un nuevo oponente: Esta vez, se trata de un hombre con piel grisácea y cabello oscuro, quien tiene muchos poderes. Las jóvenes senshies usan sus habilidades, pero su enemigo es muy rápido, logrando eludir sus ataques. Luego él emplea una de sus técnicas, logrando atrapar a las chicas en el interior de esferas de luz.
La rubia es la primera en hablar. – ¡No te saldrás con las tuyas!
– ¿Ah no? Pero si ya lo hice… Todas ustedes están atrapadas.
– ¡NO TODAS! – El sujeto da la vuelta al oír esa juvenil voz, descubriendo que se trata de otra Scout. – ¡He venido a detenerte!
– ¿Y tú quién eres?
– Soy la Sailor Scout de la Tierra y la Naturaleza, quien lucha en pro de la vida y la biodiversidad. En nombre de la flora y fauna… ¡Prepárate para ser penalizado!
– Huy, qué fastidio: Otra tonta con su estúpido discurso de entrada. – Esto molesta mucho a la nueva Scout. – En fin, acabemos con esto. – En esto, él lanza un rayo de energía, el cual casi impacta en la pierna de Sailor Earth, mientras ella responde con una patada en su estómago.
Ambos continúan con su enfrentamiento, hasta que finalmente la Scout ejecuta su ataque. – Luz Elemental… ¡ILUMINA!
– ¡DEMONIOS! – En esto, rayos de luz surgen de su Báculo Elemental, y están a punto de acabar con el sujeto, pero un escudo de energía lo protege. La adolescente empieza a mirar por todas partes, hasta que descubre la presencia de una mujer alta, vestida con traje blanco, al estilo romano. Tiene largos y rizados cabellos rojos, su piel es pálida y sus ojos son de color gris plomo. El hombre se arrodilla. – Sra. Cliptenestra.
– Qué patético eres, Aaron. ¡REGRESA AL REINO! – Aaron hace una reverencia, y después de jurar que regresaría, él desaparece inmerso en una nube de humo, liberando así a las demás senshies. Mientras tanto, la mujer observa a las Scouts, en especial a la nueva integrante. – Pueden sentirse afortunadas de tener un poco más de tiempo de vida… Así que aprovéchenlo, porque más pronto de lo que imaginan acabaré con todas ustedes. – Al decir esto, Cliptenestra desaparece en otra nube de humo.
En ese momento, las otras Scouts se reúnen con su compañera, preocupadas por su nueva enemiga. Luego PJ observa al cielo, pensativa y angustiada. – Esto… no me gusta nada… Tengo un mal presentimiento…
Quizás esa mala corazonada de la nueva Scout, pronto se haga realidad…
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