27 - Sailor Earth vs Criseida

02.03.2013 20:48

CAPÍTULO 27

SAILOR EARTH VS. CRISEIDA - EL SACRIFICIO DE UN AMIGO

 

     Una nube de humo blanco se eleva sobre una mesilla, tomando una forma ovoide, mostrando posteriormente una imagen: Son las Sailor Scouts recorriendo un largo y oscuro pasillo.

 

     Criseida se acerca y lo observa, sonriendo complaciente. – Hmm… conque ellas son las Sailor Scouts. No parecen gran cosa.

– Tal vez no… – Dice una figura oculta entre las sombras. – Pero ellas nos han dado muchos problemas.

– Sí… no sé cómo esas mocosas lo hacen… – Entonces, la peliverde mira que junto a ellas se encuentra Sailor Earth, así que sus ojos se llenan de furia, ya que ella ha sido quien le robó el amor de Inferno. – Esa maldita… cuánto la aborrezco.

– Descuida, pronto, muy pronto, podrás encargarte de ella.

– Espero ese momento con ansias, mi señor, así podré… tomar mi venganza…

 

     Una maligna risa puede escucharse en el lugar…

 

***

 

     El pasillo se torna cada vez más oscuro. Hermócrates camina a pasos rápidos, guiando a las chicas hacia su destino. Sailor Earth no tiene problemas para desplazarse, ya que sus visores cuentan con visión nocturna, aunque no se puede decir lo mismo de las demás, quienes caminan con cuidado, tomándose de las manos para no perderse, siendo Sailor Moon quien finalmente rompe el silencio. – Qué lugar tan tenebroso.

– Es muy oscuro. – Añade Sailor Mercury. – Si tan sólo tuviésemos alguna antorcha.

– Yo me encargo: Luz Elemental… ¡ILUMINA! – Al decir esas palabras, la senshi de la naturaleza levanta su arma, la cual empieza a brillar para usarla a modo de antorcha, algo que agradecen sus compañeras.

 

     Por vez primera, ese lugar está lo suficientemente iluminado para ser apreciado con detalle: Parece una especie de caverna llena de ruinas, más que todo de columnas parcialmente destruidas, similares a los templos antiguos en Grecia y Roma. Hacia un lado puede apreciarse una especie de canal, muy ancha, como si se tratase de un antiguo río.

 

     Súbitamente, Sailor Earth se detiene pues siente una punzada en la cabeza, viendo fugazmente unas imágenes difusas de un lugar, muy parecido al que se encuentran en ese instante, pero con columnas intactas iluminadas por algunas antorchas, y un oscuro y caudaloso río en el que puede apreciarse un bote, dirigido el mismo por alguien que viste una túnica negra, cuyo rostro es totalmente imperceptible.

 

     Entonces, una voz interrumpe sus pensamientos. – ¿Qué sucede, Sailor Earth? Te noto distraída.

– Nada, no te preocupes Sailor Jupiter. Estoy bien. Sigamos caminando. – Su interlocutora asiente, así que ellas continúan recorriendo el lugar.

 

     Pasan los minutos, y la caminata se hace cada vez más larga hasta que llegan a un salón amplio, casi sin ruinas, con una bóveda muy elevada. Sailor Earth tiene otra visión difusa, de nuevo se trata del lugar en el que se encuentra, un poco más iluminado por antorchas de llamas azuladas, pudiendo ver algunos objetos volantes, como espíritus o algo por el estilo, todo de manera difusa y fugaz.

 

     Jupiter nota nuevamente la distracción de su amiga, así que trata de hacerla reaccionar. – ¿Estás segura de que no tienes nada?

– Eh… claro – Dice la senshi. – Ya te he dicho que estoy bien.

– ¿Qué sucede? – Pregunta Sailor Venus – ¿Ocurre algo malo?

– Sailor Earth queda como en trance – Responde la senshi del trueno – Y no quiere decirme el por qué.

– Vamos, Sailor Earth – dice Mars – dinos qué te sucede.

– Que no ocurre nada, chicas. Es solo que… este lugar… es un poco escalofriante.

– Yo digo lo mismo. – Añade la líder scout – Es oscuro y muy frío…

– Cálmense chicas – interrumpe Mercury, tratando de controlar la situación. – Es evidente que todas estamos nerviosas. Pero tenemos que mantener la compostura.

 

     Repentinamente el lugar empieza a temblar, y una pared rocosa emerge del suelo, elevándose tan rápidamente que apenas las scouts logran eludirla. El lugar se oscurece nuevamente, así que las chicas empiezan a llamarse y preguntarse si estaban bien: Las senshies del Millennium de Plata responden todas, incluso el sátiro, pero no logran oír a la nueva integrante. – ¿Sailor Earth? ¿Dónde estás Sailor Earth?

– ¡Estoy bien, Sailor Moon! – Responde la adolescente, desde el otro lado del muro, siendo la única apartada del grupo. – ¿Están todas bien?

– Sí – Responden al unísono, y Sailor Mercury sigue hablando. – ¿Hay alguna forma de que vuelvas con nosotras?

– Pues… – Earth ilumina el área con su Báculo Elemental, notando que es un muro 100% macizo. – No hay manera. Tenemos que seguir avanzando hasta poder reencontrarnos.

– Más adelante se encuentra el gran salón del trono – Explica Hermócrates. – Todos los caminos llegan hasta allí.

– Entonces debemos llegar a ese lugar. – Concluye Sailor Moon. – Nos encontraremos allí, Sailor Earth.

– ¡De acuerdo! – Luego, todo se hace silencioso, pues las Sailor Senshies y el sátiro tomaron una ruta desconocida. Entretanto, PJ mira el lugar, ahora silencioso y solitario, así que ella expira en señal de nerviosismo. Ahora sí que estoy sola en esto…

 

***

 

     Las senshies y Hermócrates siguen avanzando, esta vez en total oscuridad, ya que en esta ocasión no cuentan con el Báculo Elemental de su compañera. Entonces a Sailor Moon se le ocurre una idea. – Oye Sailor Mars…

– ¿Sí?

– ¿Puedes usar alguna de tus técnicas para alumbrarnos?

– Ojalá pudiera, pero no es prudente hacerlo. Deberías usar tu Cetro Lunar.

– No puedo hacer eso.

– Descuiden, jóvenes scouts. – interrumpe el sátiro. – Estamos por llegar a un pasillo con iluminación. Al menos se sentirán más cómodas.

– Eso esperemos… – Todos continúan con la caminata, hasta que, minutos más tarde, el grupo llega a un pasillo mucho más amplio, tenuemente iluminado con haces de luz, algo que alegra a las adolescentes, entonces ellas empiezan a correr, pero repentinamente son interceptadas por un sinnúmero de criaturas negruzcas y de apariencia algo deforme, listas para atacar.

 

***

 

     Sailor Earth camina lentamente, guiándose por su instinto, con la ventaja de que cuenta con la iluminación suficiente para avanzar, hasta que mira a lo lejos una pequeña entrada, ingresando a su interior, notando que la misma conduce a un salón amplio iluminado por algunos cristales de color verdoso, en cuyo centro, elevado en el aire, puede apreciar una especie de capullo, y a Lord Inferno justo dentro de él.

 

     La Scout trata de ir en su rescate, pero de repente una mujer desconocida se interpone en su camino. – Te estaba esperando, Sailor Earth.

– Supongo que eres Criseida.

– Veo que estás bien informada. Pues sí, soy Criseida, futura gobernante del Imperio de las Sombras.

– ¿Qué le has hecho a Inferno?

– Nada… por los momentos. Vienes a rescatarlo. ¿Cierto?

– Así es. – Responde la senshi, apuntando a su interlocutora con su arma. – No trates de detenerme.

– No pienso hacerlo… – En esto, la peliverde recita un conjuro y una nube de humo aparece frente a Sailor Earth, tomando forma ovalada. – Sólo me gustaría mostrarte… un  par de cosillas. Vamos, anímate y observa.

 

     La incrédula adolescente decide echarle un vistazo al extraño objeto, y en ese momento el horror la invade: Puede ver a sus compañeras scouts luchando contra muchas criaturas malignas. – Oh no…

– Eso no es nada… mira otra vez, hay una mejor sorpresa. – Earth mira de nuevo, y ahora puede ver a las mismas criaturas, esta vez atacando a muchas personas en Tokio, por lo que ella se siente frustrada y muy molesta ante tan crítica situación.

 

***

 

     Un montón de criaturas sombrías atacan en el parque Nº 10, pero las mismas son emboscadas por las Outer Senshies: Sailor Uranus usa su Temblor de Tierra, Neptune el Espejo de Aguas Profundas, Pluto su Grito Mortal y Saturn protege a las personas con su escudo protector.

 

     Entretanto, Luna, Artemis y Gaia observan el panorama desde un tejado. – Dense prisa, Sailor Scouts. – dijo la gata, llena de expectativas.

 

***

 

     Criseida se llena de gozo y complacencia ante el malestar de la joven, así que decide provocarla un poco más. – Como verás, mis bebés salieron a divertirse. Pero… te propongo un trato.

– ¿Qué clase de trato?

– Te daré una única oportunidad para que ayudes a quien quieras. – Dicho esto, la mujer abre 2 portales, uno a cada lado de ella. – Si vas al portal a mi izquierda, te llevará hasta tus amiguitas. Si usas el de la derecha, llegarás directamente a Tokio. Aprovecha ahora que me siento benevolente, eso sí, sólo tienes 30 segundos para elegir.

 

     Sailor Earth no haya qué hacer: Elegir entre salvar a Inferno, ayudar a sus amigas o proteger a Tokio… es algo muy difícil y se le presentó esa oportunidad aunque, según el sátiro, esa mujer podría llegar a ser muy cruel y despiadada, y tal vez sus “buenas intenciones” tengan algún gato encerrado… Entonces, ella toma una decisión:

 

     – Luz Elemental… ¡ILUMINA! – Un haz de luz verdosa emerge del cristal en el arma, encegueciendo temporalmente a Criseida, ya que hizo algo que no se esperaba, luego la joven empieza a correr y salta, pasando justo encima de la villana, y con su Hiedra Venenosa envuelve el capullo donde se encuentra Inferno, creando una descarga que debilita el objeto, liberando así a su víctima.

 

     Luego ella se reincorpora rápidamente, intentando ingresar al portal de la izquierda ya que si ayuda a sus compañeras scouts podrán salvar a los habitantes de Tokio, pero entonces la joven golpea fuertemente contra un campo de energía que rodea a la peliverde, con una fuerza tal que es expedida directamente hacia un muro rocoso, golpeando fuertemente su cabeza y espalda contra la dura roca.

 

     La mujer sonríe, llena de maldad. – ¿Creíste que podrías hacer trampa? Realmente me decepcionas. – Ella se acerca lentamente a la scout, no prestándole mucha atención a Inferno, quien sigue inconsciente. – Pensé que actuarías de una forma más… justa.

– Mira quien lo dice… – Dice la joven, levantándose lentamente, un poco lastimada por el golpe. – Debí esperarme algo así…

 

     Ellas comienzan a caminar lentamente, en círculo, mirándose una a la otra, atentas ante cualquier movimiento de su oponente. En su centro pueden verse algunos trozos del capullo que sostenía a Inferno, y de repente el trozo más pequeño se mueve lentamente, metiéndose bajo tierra. Criseida lo nota, así que rompe el silencio. – ¿Sabes algo? He estado esperando este momento con ansias.

– Vaya, te felicito.

– Uuuh, te haces la valiente, ¿no? Pero sé que tienes miedo… algo muy sensato de tu parte, para serte sincera… ya que al fin podré vengarme de ti, por quitarme lo que es mío…

– ¿Qué cosa? – Pregunta la scout, algo incrédula, deteniéndose – ¿De qué estás hablando?

– Oh, por favor. ¿Tú también? – Se queja la villana, golpeando su frente con la palma de su mano – No logro entender cómo algunos son tan estúpidos para no darse cuenta. En fin… acabemos con esto… ¡AHORA! – Dicho esto, una larva aparece justo frente a Sailor Earth, la cual se hace enorme, revelando unos grandes colmillos, intentando atacar a la joven.

 

     Entonces, de forma súbita la criatura es partida en dos, ante la mirada de horror de su dueña. – Oh no… ¡FLUFFY!

– Acaso ha dicho… ¿Fluffy? – Dijo la adolescente, con una enorme gota cubriéndole el rostro. Entonces, ella nota la presencia de quien la salvó: – ¿Inferno?

 

     Sí, se trata de Lord Inferno, quien se posiciona entre la senshi de la naturaleza y su oponente. Esta última mira al joven con desprecio, no sólo por el hecho de ser un traidor, sino por haber acabado con su “larva mascota”. – No, esto es inaudito… se supone que tu energía ha sido absorbida ¡Apenas debía quedarte lo suficiente para que siguieras con vida!

– Siento decepcionarte, Criseida. – Responde el regente oscuro, tomando su espada con ambas manos, listo para atacar. – Pero como ves, tengo energía de sobra.

 

     La joven scout no está muy segura de sus palabras: Se le nota claramente agotado, debilitado, apenas pudiéndose mantener de pie. Y al parecer, la villana también se dio cuenta de tal debilidad, ya que de repente muestra una pícara sonrisa. – No te creo, Inferno. Estás débil, muy débil… y aun así arriesgas tu propia vida para proteger a esa niña. Eres tan patético. – Dicho esto, la mujer truena sus dedos y un sinnúmero de criaturas oscuras aparecen de la nada, rodeando a los dos jóvenes, atacándolos sin piedad, a lo que ellos responden con sus propias técnicas especiales.

 

***

 

     Las Inner Scouts siguen luchando contra las criaturas: – Tiara Lunar… ¡ACCIÓN!

– Cascada de Venus… ¡FULMINA!

– ¡ARPA ACUÁTICA DE MERCURIO!

– Trueno de Júpiter… ¡RESUENA!

– Fuego Sagrado de Marte… ¡ENCIÉNDETE!

 

     Las criaturas caen una a una, pero pareciera que su número se multiplica, algo que alarma a las senshies. – ¡Son demasiados!

– Lo sabemos, Sailor Jupiter. – Responde Mars, claramente molesta por la situación, así que toma una decisión. – Sailor Moon: Nosotras distraeremos a estas cosas. Tú y Hermócrates busquen a Sailor Earth.

– ¿Segura estarán bien?

– ¡No te preocupes por nosotras! – Añade Venus, mientras lucha – ¡Ve a buscarla, rápido!

– Por aquí, Sailor Moon. – Dice el Sátiro, señalando una entrada.

 

     Ambos corren hacia ella y son interceptados por algunas criaturas, pero las mismas son apartadas gracias a la técnica de Sailor Mercury. – Entra ahora, Sailor Moon.

– Sip. – La líder del grupo asiente, corriendo rápidamente, ingresando así a otro largo y estrecho pasillo, dejando atrás a sus valientes compañeras. Tengan cuidado, amigas.

 

***

 

     Sailor Earth y Lord Inferno utilizan sus técnicas para defenderse de las criaturas que han sido invocadas por Criseida, mientras esta última guarda distancia, disfrutando del espectáculo, sonriendo con maldad y complacencia. Un grupo de monstruos salta sobre los jóvenes, pero son atraídas por las Hiedras Venenosas de la Scout, luego otro grupo es fulminado por Inferno y su gran espada, pero aparecen más y más monstruos.

 

     Ambos se colocan de espaldas entre sí, mirando fijamente a las criaturas que los rodean. – Inferno, ¿crees que podamos con todos ellos?

– Mira y aprende… – Dicho esto, el regente oscuro empieza a correr hacia las criaturas, dando múltiples estocadas, tan rápidamente que apenas puede verse el reflejo del filoso metal. Luego él se detiene tras ellos, y todos los seres atacados se parten en pedazos, desapareciendo al instante.

 

     De repente, el misterioso hombre cae de rodillas, y muchas criaturas se disponen a atacarle, pero Sailor Earth lo protege con su Luz Elemental, para posteriormente agacharse a su lado. – ¿Estás bien?

– Esa maldita cosa… – Se queja Lord Inferno, refiriéndose a la larva. – Ha absorbido gran parte de mis fuerzas.

 

     Más criaturas oscuras aparecen, rodeando a ambos luchadores, dispuestas a atacarlos sin piedad. La protectora de la naturaleza se pone muy nerviosa, y no es para menos: Ambos se encuentran en una situación muy crítica.

 

     – ¡POR EL PODER DEL CRISTAL DE LA LUNA PLATEADA!

 

     Un halo de luz plateada ilumina el lugar, acabando con muchas criaturas: ¡Sailor Moon ha llegado justo a tiempo! En esto ella se acerca a la pareja. – ¿Están bien?

– Sí – Responde Earth – Pero Inferno está muy débil. Debemos protegerlo.

– Cuenta con ello.

 

     A la distancia, Criseida observa lo que considera una patética escena, así que, llena de rabia, y aprovechando la distracción de las senshies, ella arroja una esfera de energía directamente a Inferno… y la misma da en un blanco.

 

     Se escucha un gemido de dolor, luego un golpe seco, y un lastimado Hermócrates yace casi inconsciente en el suelo, ante la mirada de horror de las senshies e Inferno. Tanto el regente oscuro como Earth corren desesperados hacia el sátiro, dándose cuenta de que él está muy lastimado, con heridas graves y una mirada apagada…

 

     Lord Inferno mira a Criseida con furia, reuniendo la poca energía que le queda para enfrentarse a ella. – ¡Maldita! ¡Lo pagarás muy caro!

– No tan rápido, mi antiguo aprendiz… – Esa voz deja petrificado al guerrero, deteniéndose, pudiéndose percibir una gran preocupación de tan seductores ojos plateados. Él da la vuelta y mira en una dirección, viendo con terror una silueta oculta entre las sombras, y ésta camina lentamente hacia un haz de luz, revelando así su apariencia: Se trata de un hombre mayor, quizás más de 70 años de edad, de mediana estatura, delgado, piel blancuzca pero con manchas de la vejez, cabeza casi completamente calva, excepto algunas partes con cabello blanco. Su nariz es algo ancha, sus ojos pequeños de color rojo sangre, y viste un atuendo bronce y rojo, al estilo grecorromano.

 

     Inferno está en shock… de todo lo malo que debía pasar, la presencia de su antiguo mentor ha sido definitivamente lo peor que pudo pasar: – Maestro… Agamenón…

 

 

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