23 - El encuentro entre Lord Inferno y Sailor Moon

01.03.2013 16:51

CAPÍTULO 23

EL ENCUENTRO ENTRE LORD INFERNO Y SAILOR MOON

 

     El grupo de senshies queda sin palabras, observando al nuevo enemigo que acaba de aparecer. Entonces Sailor Mercury nota que la vestidura de ese villano es muy oscura, un “hombre todo negro” según había dicho la niña, por lo que usa la lógica para tener una idea de quién se trata él. – Eres… ¿Lord Inferno?

– Así es.

– Hasta que por fin das la cara. – Interrumpe Jupiter, dando un par de pasos frente al grupo, señalando al regente oscuro con el dedo. – Por tu culpa estuvimos noches enteras en vela preguntándonos si Sailor Earth estaba a salvo, por tu culpa hemos pasado toda una semana llena de dolor, por tu culpa nuestra amiga Gaia casi tuvo un colapso nervioso. ¡Tú eres el responsable de tanto sufrimiento, y por eso lo pagarás! – Entonces, ella arroja su técnica especial – ¡Ataque de Hojas de Roble de Júpiter!

– Ni siquiera lo intentes. – Dicho esto, Inferno abre un portal justo frente a él, el cual absorbe las hojas eléctricas ante la sorpresa de todos, y más sorprendente aun es el hecho de que aparece otro portal detrás de la Scout y, al darse cuenta de ello, es inmediatamente atacada por su propia técnica.

 

     Las demás se acercan a su compañera. – ¡SAILOR JUPITER!

– No se preocupen chicas… – Dice la joven mientras se reincorpora, aunque está claramente lastimada. – Estoy bien.

– ¡Canalla! – Exclama Mars – ¡Pagarás por esto! – En esto, ella invoca una de sus técnicas especiales – Fuego Sagrado de Marte… ¡ENCIENDETE! – Dicho esto, la senshi arroja su ataque contra Lord Inferno. Este último salta y lo esquiva, y mientras está en el aire puede ver a la distancia a una caída Sailor Earth, quien yace inconsciente en el suelo, algo que lo llena de angustia, tal y como se evidencia a través de sus ojos color de plata… Y esa angustia es percibida por la misma Sailor Moon.

 

     El regente de las tinieblas desaparece para sorpresa de todos, reapareciendo nuevamente justo al lado de la joven griega, mirándola detalladamente, preguntándose qué le había ocurrido, entonces un fulgor de agua casi impacta sobre su brazo, el cual es eludido a tiempo ya que él se aleja un poco, observando luego cómo todas las Sailor Scouts y Tuxedo Mask se colocan alrededor de su compañera con el fin de protegerla. – ¡No te atrevas a lastimarla! – Es lo que alcanza a decir Sailor Mercury.

 

***

 

     El sátiro ingresa rápidamente en el gran salón, un poco angustiado por su líder, hasta que se da cuenta de que alguien muy distinto a su señor está sentado en el trono en sombras, así que él se acerca para descubrir que se trata de Criseida. Esta última sólo esboza una maquiavélica sonrisa. – ¿Buscabas a alguien más?

– ¿Señora Criseida? No…no esperaba e… encontrarla a… a… aquí.

– Basta de tartamudeos Hermócrates. – Responde la mujer, a la vez que se levanta de su asiento y empieza a caminar alrededor del mueble, y dado que ella nota como la criatura empieza a ponerse nerviosa, se detiene y se apoya justo en el espaldar del trono, mostrando una mirada curiosa, pero llena de ironía. – ¿Qué te pasa? Actúas como si estuvieses justo frente a nuestro amo y señor.

– P… Perdone usted mi intromisión, Sra. Criseida, pero… ¿qué hace usted aquí?

– Nada. – Responde Criseida, recorriendo con sus blancas manos el oscuro terciopelo del gran sillón. – Sólo quería… acostumbrarme…

– No entiendo a lo que se refiere.

– Eso no importa, no es de tu incumbencia… al menos no por ahora. – Dicho esto, ella se acerca a Hermócrates, mirándolo fijamente con sus ojos color rubí. – Por cierto… ¿Dónde estará Inferno?

– No lo sé, señora.

– Hmm… bueno, es una pena que no esté. Mejor me retiro… – Criseida camina lentamente, con un rostro lleno de ironía, y justo antes de salir dice sus últimas palabras, dándole la espalda al sátiro. – Te lo advierto: No menciones a Inferno que estuve aquí. ¿Está claro?

– Como usted diga señora… – Acto seguido, la mujer se marcha, dejando a un confundido sirviente en medio de ese oscuro y solitario salón.

 

***

 

     Lord Inferno observa con atención a los senshies, riendo para sí con un tono lleno de ironía. – ¿Acaso creyeron que esa técnica tan débil iba a intimidarme?

– ¡No subestimes nuestro poder! – Exclama Sailor Jupiter, muy desafiante. – ¡Podemos derrotarte!

– Muy bien, inténtelo… – En esto, él saca su espada y se coloca en una pose de batalla, y debido a que ellos temen que su oponente ataque a la inconsciente scout, todos arrojan sus técnicas especiales una y otra vez, siendo repelidas por una ráfaga oscura proveniente de la gruesa espada… Todos menos Sailor Moon, quien estando consciente de la situación, sus ojos están enfocados a la nada, viendo cómo poco a poco sus compañeras caen, una por una.

 

     En esto, Tuxedo Mask se interpone entre el regente oscuro y su amada, arrojando un sinnúmero de rosas rojas, utilizando su bastón como una especie de escudo mientras su oponente lo ataca sin piedad. Darien nota que su prometida está muda, estática, sin realizar el más mínimo movimiento. – ¿Sailor Moon, qué ocurre? – Apenas dijo esas palabras, el joven es impactado por una gran esfera oscura, siendo arrojado a la distancia.

 

     Sailor Moon logra reaccionar ante tal acción, así que se acerca al recién caído, llena de preocupación. – ¡Tuxedo Mask!

– Sailor Moon…

– Oh mi Tuxedo Mask… perdona por no ayudarte… – En esto, una lágrima recorre su pálido rostro – De haber actuado no te habría sucedido esto…

– Descuida… estoy bien…

 

     Puede oírse una serie de pasos que se acercan lentamente al grupo. La guardiana de la luna da la vuelta para encarar a Lord Inferno. Ella se levanta, tomando su báculo entre ambas manos, mirando a su contendiente, molesta por lo que le ha hecho a sus amigos, dispuesta a luchar hasta las últimas consecuencias… pero entonces ella mira fijamente esos ojos plateados, esa melancolía emanada de tan triste mirada, algo que le provoca curiosidad, e incluso un poco de compasión.

 

     El regente oscuro nota la quietud de su oponente, al igual que Astianacte. Este último empieza a burlarse. – Aww, pobre pequeñita, se quedó sola y ahora tiene miedo.

– Te equivocas. – Responde Sailor Moon – Es él quien teme.

– No seas ilusa – Interrumpe Inferno, molesto, empuñando su espada. – ¿Temerte a ti? ¡Tonterías!

– No hablo de mí… – Ella baja la cabeza, mirando a un lado, enfocándose en la nueva Sailor Scout. – Temes por la vida de Sailor Earth, al igual que nosotros… Puedo verlo en tus ojos.

– ¡JAJAJAJA! – Se mofa Astianacte ante tal afirmación. – No seas tonta. Lord Inferno jamás haría tal cosa… – Luego, nota cómo su líder se queda callado, algo que lo llena de curiosidad. – ¿No es así?

– Por supuesto que no… – En esto, Lord Inferno empieza a correr, dirigiéndose a la jovencita, salta y blande su espada con el fin de dar una estocada mortal…

 

     Pero entonces…

 

     La espada se detiene cerca de un pálido cuello. Sailor Moon está estática y sorprendida, viendo cómo alguien se interpone entre ella y su enemigo, arriesgando su propia vida con tal de salvar la de la líder Scout: Se trata de Sailor Earth, quien aún está débil y apenas recuperándose de la inconsciencia, respirando forzadamente, como agotada, aunque nada de eso le importa, con tal de salvar a una de sus mejores amigas.

 

     La guerrera de la luna rompe el silencio: – ¿Sailor Earth? – No hay respuesta, a excepción del jadeo producto del cansancio, así que ella se preocupa entonces por el bienestar de su compañera. – No deberías…

– No p… permitiré que le hagas… daño… – Responde PJ, dirigiéndose a Inferno, haciendo caso omiso a las palabras de su amiga. – Déjala en paz… tu pelea es conmigo…

– Sailor Earth. – Interrumpe la rubia. – Estás muy débil.

– Lo sé… – Esta respuesta dejó a su amiga en shock. – La lucha contra Kyoko me dejó… muy mal… pensé que moriría…

– ¿Entonces por qué…?

– ¿Por qué me arriesgo? Pues… eres mi amiga… y debo protegerte…

– ¡Pero qué chica tan tierna! – Expresa Astianacte con mofa, caminando lentamente hacia el grupo. – Dispuesta a perder su vida para salvar a su amiga… ¡qué conmovedor! – Dicho esto, él se detiene, aún distante, cruzando los brazos. – Pero eso no servirá de nada, ya que el amo acabará con ustedes… Oh, cómo quisiera tener ese placer…

 

     Las demás senshies y Tuxedo Mask, aunque conscientes, están demasiado débiles para intervenir, sintiéndose impotentes al no poder hacer nada. Sailor Earth, en cambio, sigue empeñada en defender a su amiga, y ésta última sólo queda estática, sin poder reaccionar. Por otra parte, Astianacte espera ansioso por la estocada final que daría Inferno, pues sabe que él tiene la fuerza suficiente para acabar con ambas de una vez, pero… ese momento está tardando, y demasiado, y él no puede explicarse el por qué, hasta que observa esa mirada melancólica de su líder, temerosa y preocupada, una visión muy decepcionante para él… – Entonces… es verdad. ¡Esa mocosa tenía razón!

 

     Acto seguido él observa la gema que tiene entre sus manos, aquella que no pudo entregar a su líder debido a la batalla: Quizás esa Esencia Pura podría ser utilizada para otros fines, así que él decide dar la vuelta y correr.

 

     Súbitamente, una espada recorre el área, dando giros rápidos, impactando la empuñadura en la mano de Astianacte para luego clavarse sobre una butaca, causándole un dolor tan fuerte que suelta el objeto para sobarse la mano. Sailor Moon y Earth no pueden salir de su asombro al ver que su enemigo, Lord Inferno, había atacado a su propio subordinado. – P… Pero amo… ¿por qué?

– Eso no te incumbe. – Responde el regente oscuro, dándole la espalda. – Considérate afortunado al no haber tenido buena puntería.

– Esto es inaudito. – Reclama Astianacte, claramente decepcionado. – Usted no es más que un… un… traidor… – Finalmente, él desaparece en una nube de humo.

 

     Las Scouts se llenan de alivio, siendo Sailor Moon quien rompe el silencio. – Sabía que tenías bondad en tu interior…

– No confundas las cosas, niña. – Dicho esto, inferno da la espalda a las chicas, dirigiéndose lentamente hacia el objeto caído, tomándolo con su gran mano derecha, observándolo detalladamente, notando que hay algo inusual en ese cristal, diciendo para sí lo siguiente: – Astianacte, qué imbécil eres…

– Inferno… – Interrumpe Sailor Earth. – Por favor, por lo que más quieras… No te lleves ese cristal. ¡Es de una chica inocente!

– No necesito hacerlo. – Responde el regente oscuro, a la vez que encara a ambas guardianas. – Porque esto… No es la Esencia Pura.

– ¡¿QUÉ COSA?!

 

***

 

     Una nube de humo aparece en el lugar oscuro, emergiendo Astianacte de allí. Muy cerca de él se encuentra Criseida, quien se le acerca. – Vaya, miren quién volvió. – Ella nota el enojo emergiendo de sus ojos pardos. – Umm… Déjame adivinar: Acabas de fallar tu misión… una vez más…

– Bajo estas circunstancias – Responde el sujeto, con voz apagada – Ojalá hubiese sido sólo una misión fallida.

– Entonces debe ser algo muy serio… – La mujer de cabellos verdes empieza a caminar alrededor de él, viendo esa furia y decepción presente, siendo ésta una oportunidad de oro para extraer información importante, así que ella se para frente a él, colocando su pálida mano sobre su hombro. – ¿Sabes? Creo que deberíamos tener… Una larga plática…

 

***

 

     Las senshies quedan asombradas por las palabras que dijo Inferno: Ese cristal NO es la Esencia Pura. Entonces, la Sailor de la naturaleza decide hacer la pregunta de rigor. – ¿Y entonces qué es eso?

– No lo sé. – Responde el líder del reino oscuro. – Pero ya no me será útil, así que… – En esto, él arroja el objeto hacia las Scouts, para finalmente marcharse en un portal.

 

     Sailor Earth toma el objeto, lo mira con detalles y nota algo en su interior, como si se tratase de una figura un poco imperceptible, y entonces algo extraño sucede: Ella empieza a ver imágenes difusas, como recuerdos pasados a una gran velocidad, mirándose nuevamente rodeada de varias siluetas femeninas, destacándose una entre las demás. En ese instante, el cristal brilla con relativa fuerza, reflejándose tal brillo en sus cristalinos ojos color esmeralda.

 

     – ¿Sailor Earth?

 

     Ese momento queda interrumpido por la voz de su compañera, quien la mira llena de curiosidad. – ¿Qué te ocurre?

– Sailor Moon, ¿lo viste?

– ¿Ver qué cosa?

– Nada… olvídalo… Debemos salvar a esa chica. – Ella entonces se acerca al cuerpo inerte de June, colocando el cristal desconocido sobre su frente, apareciendo una especie de flor de muchos pétalos bajo el objeto, el cual lo absorbe.

 

     Al cabo de varios segundos, la adolescente despierta de su largo sueño, mirando a sus salvadoras. – ¿Sailor Scouts? ¿Qué ha pasado?

– No te preocupes, jovencita. – Responde Sailor Earth, mirando luego a sus compañeras scouts y a Tuxedo Mask, quienes se recuperan lentamente, al igual que Christine, la hermana mayor de June. – Todo saldrá bien…

 

***

 

     Criseida se acerca lentamente a un trono en medio de las tinieblas, siendo el centro de una amplia habitación adornada elegantemente al estilo grecorromano, con terciopelo rojo y negro, tenuemente iluminada por escasas antorchas. Ella hace una reverencia, mirando en dirección al trono, del cual pueden apreciarse un par de ojos color sangre. – Mi señor, traigo información muy importante…

 

     De su rostro puede percibirse una maléfica sonrisa y ojos llenos de maldad, y justo tras ella, cerca de la entrada al salón, puede verse una estatua de roca maciza, cuya pose de terror y rostro lleno de miedo deja en evidencia que esa cosa, una vez fue… Astianacte.

 

***

 

     Las hermanas Delacroix abordan el jet, siendo observadas desde la sala de espera por las Sailor senshies, quienes están sin transformación, mientras Darien se encuentra en una taquilla tratando asuntos sobre su boleto a Norteamérica.

 

     Ellas pueden ver como la aeronave alza el vuelo, sintiéndose aliviadas por haber salvado a ambas hermanas, aunque también un poco confundidas sobre la naturaleza de ese cristal desconocido. PJ es la única que parece más calmada, y por algún motivo incluso muy contenta. – ¿PJ?

– Dime, Serena.

– ¿Podrías decirnos qué fue lo que viste?

– Pues, vi… – Mientras dice eso, ella recuerda ese cristal, la figura que vio en su centro, una figura que más bien parecía… un símbolo. – … su destino.

– ¿Eh? – Se preguntan todas, y Amy sigue la conversación. – ¿Podrías explicarte? Ni yo misma te entiendo.

– Lo sabrán en su momento… – Dicho esto ella esboza una hermosa sonrisa, pensando: Esa niña, algún día… será una Sailor Scout…

 

 

Sailor Earth & related © Ghosthead-Nebula

Sailor Moon & related © Naoko Takeushi & Toei Animation