19 - Agencia de Modelos
CAPÍTULO 19
AGENCIA DE MODELOS
Han transcurrido ya 4 días.
Las chicas se encuentran reunidas en una fuente de soda, a excepción de Serena. Raye, como siempre, se queja sobre su tardanza. – Esta Serena… ¿Cuándo aprenderá a ser puntual?
– Ten paciencia Raye. – Responde Amy, justificando a su amiga. – Ella dijo que tenía preparada una sorpresa especial.
– Esperemos que no tarde mucho. – Acota Lita, moviendo el sorbete que trae su vaso de malteada. – Tengo mucha hambre. – En esto, ella toma un sorbo de su bebida, cuando de repente…
– ¡YA LLEGUÉ!
Serena aparece justo tras Lita, asustándola, por lo que ella bota el jugo de su boca por la impresión, mojando completamente a Raye. Esta última hace una mirada de reojo, llena de enojo, por lo que la joven Kino muestra mucha vergüenza. – ¡Perdona Raye, no fue mi intención!
– No es… tu culpa… – Al decir esto ella se levanta, apoyando sus manos sobre la mesa, mostrando mucho enojo a través de sus ojos. – ¡MIRA LO QUE HICISTE, SERENA TONTA! ¡NO SOLO LLEGAS TARDE SINO QUE PROVOCAS UN DESASTRE!
– ¿AH SÍ? ¡NO ES MI CULPA QUE USTEDES SEAN TAN DISTRAÍDAS!
– ¿QUE NO ES TU CULPA? ¡NO PUEDES SORPRENDER A LA GENTE POR LA ESPALDA!
– ¡RAYE TÚ SIEMPRE ERES MUY PESADA!
– ¡Y TÚ ERES UNA TONTA! – Ambas chicas se miran frente a frente, enojadas, pudiéndose ver rayitos emergiendo de sus ojos, chocando entre sí. Las demás sólo quedan en shock, sintiendo luego mucha pena ajena.
Mina decide entonces romper el silencio. – Cálmense chicas, no hagan un escándalo aquí. Por cierto Serena: ¿Cuál es esa sorpresa que tienes preparada?
– Pues… – La pequeña rubia se sienta entre Lita y Amy, colocando una caja cuadrada y pequeña sobre la mesa. – Ten PJ, esto es para ti.
– ¿Para mí? – Proserpina abre su regalo, descubriendo un pequeño pero seguramente delicioso postre. – ¿Un pastel?
– Así es. Ya que no celebramos tu cumpleaños, pensé que lo podríamos hacer hoy.
– Muchas gracias, Serena. ¿Lo hiciste tú?
– Esperemos que no. – Le susurra Raye al oído. – Ella es un desastre en la cocina.
– Claro que no, PJ. - Responde la rubia - Darien lo compró en la pastelería cerca de su apartamento.
– Y hablando de Darien... – Interrumpe Mina. – ¿Por qué él no vino?
– Tenía compromisos pendientes Mina, sobre lo de su viaje a Norteamérica.
– ¿Viaje a Norteamérica?
– Así es PJ. Su tesis fue aprobada en una prestigiosa universidad americana. Se supone que él iría hace unos meses pero el ataque de Sailor Galaxia lo retrasó todo…
– Ahora entiendo…
– ¡Entonces hoy es día de sólo chicas! – Exclama Lita, las demás aprueban lo dicho.
– Vaya, veo que alguien cumple años hoy.
Todas miran en dirección a la voz: Se trata de una muchacha de edad similar al grupo, ojos claros y cabellos rojizos atados en forma de cola de caballo, quien trabaja de mesera. – ¿Quién es la agasajada?
– Hola Unazuki. – Responde Serena. – Hoy celebramos el cumpleaños de nuestra amiga PJ. ¿Quieres unirte?
– Me gustaría, pero tengo que seguir trabajando. Sólo quería mostrarles esto. – La mesera hace entrega de un volante a su amiga. – Yo participaré y quería contar con el apoyo de todas ustedes.
– Claro. – Serena empieza a leer. – “La agencia de modelos SUPER STAR les invita al casting público de las nuevas aspirantes a modelos de pasarela. Como invitada especial, contaremos con la presencia de Christine Delacroix…”
– ¿QUÉ HAS DICHO? – Mina le quita el volante a su compañera y lo lee por sí misma, mostrando luego un par de estrellas sobre sus ojos. – ¡ENTONCES ES CIERTO! ¡CHRISTINE DELACROIX VENDRÁ A TOKIO!
– ¿Y quién es ella?
– ¿En serio no lo sabes, PJ? – La pelicastaña niega. – Pues Christine Delacroix es una renombrada modelo francesa de fama internacional. Según la revista Cosmo, ella está entre las 100 mujeres más bellas del mundo. – Ella ahora se dirige a la mesera. – ¿Aún siguen abiertas las inscripciones?
– No. Cerraron hace dos días.
– Es una pena… – Esto lo dijo con sendos lagrimones sobre sus ojos. – ¡Me hubiese gustado participar y conocerla en persona!
– Lo siento tanto, Mina. Por cierto, el casting será hoy en la tarde. ¿Vendrán?
– Claro que sí Unazuki. – Responde Amy – Puedes contar con nosotras.
– Muchas gracias. Ahora, si me disculpan, debo atender a los demás clientes. – La pelirroja sonríe y se despide del grupo, dirigiéndose a otra mesa para tomar su orden.
***
En el Imperio de las Sombras, en una sala de mediano tamaño, tenuemente iluminada por algunas antorchas, se encuentra Astianacte y, tras él, aparece la figura de Kyoko, haciendo una reverencia. – Amo, estoy lista para atacar.
– Guarda tus energías, Kyoko. Primero enviaré un señuelo.
– ¿Y cuánto he de esperar?
– No mucho. Sólo me gustaría investigar un poco más a la tal Sailor Earth… Aún no la conozco, pero se dice que su aspecto en general es muy distinto al resto de esas mocosas, y debe haber una razón especial para tal diferencia. Además… Según mis fuentes, ella tiene intrigado al mismo Lord Inferno.
– Es muy cierto – Ambos miran en dirección a esa voz, pudiendo observar una silueta femenina en la penumbra, de quien sólo pueden apreciarse sus ojos color escarlata. El hombre deja de sonreír y muestra mucha más seriedad. – Gusto en verte de nuevo, Astianacte.
– ¿Qué es lo que quieres?
– Nada, sólo me preguntaba cuál será tu próximo fracaso.
– ¡Eso no es de tu incumbencia! Además, el plan que estoy preparando tendrá el más grande de los éxitos, y cuando lo haga, te tragarás tus palabras.
– ¡Vaya! ¡Pero qué sensible estás! Aun así, voy a complacerte, así que me retiro. Hasta luego… – En esto la mujer en sombras desaparece, pudiéndose oír una risa malvada.
Astianacte se queda quieto, mostrando mucha desconfianza a través de sus ojos pardos. – Esa miserable trama algo… En fin, ya me ocuparé luego de ese asunto. Por ahora debemos actuar. – Él entonces mira hacia una dirección, en la cual aparecen ojos luminosos de color blanco. – Ya sabes qué hacer. – Al decir esto, la figura desaparece.
***
3:30 de la tarde.
El grupo de amigas se dirige a un hotel 5 estrellas, encontrándose con una muchedumbre en su fachada, entre fotógrafos, reporteros y fanáticos. – ¡Vaya! – Comenta Lita. – Esto sí que está lleno.
– Tal vez sea la conferencia de prensa, antes del casting. – Explica Mina. – ¡Debemos hallar la forma de entrar! ¡Tengo que conocer a Christine en persona!
– ¡Mina! – Reclama Raye, algo molesta. – ¿Qué no ves ese alboroto? Será imposible entrar.
– Ya se nos ocurrirá algo, Raye.
– Supongo… – La chica de cabellos negros se queda quieta, pensativa, tratando de ocultar sus verdaderas intenciones, ya que ella también desea conocerla pues, de todos modos, se trata de toda una celebridad.
PJ se aparta un poco del grupo. – Adelántense si quieren. Yo las espero aquí.
– ¿Te quedas aquí? – Pregunta Mina. – ¿Por qué?
– Lo he dicho ya muchas veces: No soporto estar entre tanta gente.
– ¡Vamos! ¡Deja de ser tan aguafiestas! Además luego de eso empieza el evento. ¿Acaso te lo piensas perder?
– El evento me da igual. Si estoy aquí es por la amiga de ustedes, nada más.
– Déjala tranquila, Mina – Interrumpe Amy. – Ella no quiere ir a la conferencia de prensa. No deberías obligarla.
– Y supongo que tú tampoco irás. ¿No es así?
– En realidad sí entraré con ustedes: Sería interesante conocer las opiniones de una modelo ante ciertos temas.
– ¡Entonces vayamos! – Todas están de acuerdo, así que ellas, a excepción de PJ, se dirigen al hotel. – Ahora volvemos PJ.
– Está bien. – La joven Tatopolous se dirige a la plaza que está justo frente a ese hotel, sentándose en un banquillo, mirando el lío armado por la presencia de tanta gente. – ¿Todo esto por una modelo? Algunas personas sí que son extrañas.
– Dímelo a mí. – Ella da la vuelta en dirección a la voz, encontrándose a otra adolescente sentada bajo las frondosas ramas de un árbol: Se trata de una chica de unos 15 años quien mide aproximadamente 1,61m de estatura, delgada, piel clara, con algunas pecas sobre su rostro y hombros. Tiene cabello rubio, ondulado, hasta la altura del pecho y muy abundante. No tiene flequillo. Sus ojos son grandes, de color cobrizo, y al hablar presenta un acento francés.
Ésta última muestra en su rostro un poco de seriedad y quizás aburrimiento. – No pueden anunciar la llegada de una celebridad, porque entonces se arma un gran alboroto.
– No eres de por aquí, ¿cierto? – Esto lo dijo en un perfecto inglés, ya que ella lo había aprendido a hablar gracias a su madre. – Hablas el japonés con un acento raro, y tienes ciertos fallos.
– Lo sé. – Contesta la chica, hablando en ese idioma. – Apenas lo estoy aprendiendo. Tengo que usar un diccionario. Me gusta mucho ver animé y quiero hacerlo en su idioma original, por eso intento estudiarlo.
– Entiendo…
Se escuchan muchos gritos, pero no de miedo, sino de emoción, pues se han abierto las puertas del hotel para recibir a las personas que esperaban ansiosas afuera. PJ sólo queda en shock. – ¡Dios mío! ¡Pero que desastre!
– La conferencia de prensa debe estar por empezar. – Ella se levanta, un poco perezosa y con desganas. – No quisiera hacerlo, pero tengo que ir allí.
– ¿Por qué?
– Porque Christine es mi hermana mayor y debo apoyarla.
– ¿Eres hermana de la modelo?
– Así es. Oye: ¿Quieres venir conmigo?
– No lo sé… No estoy habituada a ese tipo de ambiente. Además… toda esa gente…
– Sí, sí. Te comprendo perfectamente. A mí también me incomoda tanto bullicio. Pero amo a mi hermana y el amor es algo fundamental, algo muy fuerte, y eso me hace capaz de tolerar tanto alboroto a mí alrededor, con tal de que ella sienta mi apoyo incondicional.
– Eso es muy noble de tu parte.
– No, es sólo el deber de un hermano. ¿Pero entrarás al casting, cierto?
– Al casting sí, por una amiga.
– En ese caso nos veremos adentro. En fin, he de marcharme, te espero. – La rubia sale corriendo, luego se detiene y da la vuelta. – Por cierto, me llamo June. – En esto, ella vuelve a correr en dirección al hotel.
Apenas oyó ese nombre, PJ siente una especie de punzada en su cabeza, aunque no puede explicarse el porqué de tal reacción. – June…
***
Se oyen muchos aplausos, pues acaba de terminar la conferencia de prensa, por lo que hay un receso de media hora antes del inicio del casting, así que las chicas aprovechan para salir del hotel y encontrarse con su amiga. – Christine es tan maravillosa – Comenta Mina, con estrellas sobre sus ojos. – Y tiene un porte demasiado perfecto… ¡Cómo envidio su cuerpo!
– Lo que me sorprende es la cantidad de labores sociales que ha hecho. – Acota Amy, mostrando satisfacción. – Eso habla muy bien de ella.
– Sí, sí, es bonita, trabajadora y todo. – Añade Serena, con pereza. – Pero la conferencia de prensa estuvo muy larga y aburrida.
– Pero Serena, si tan sólo duró menos de 1 hora.
– Si al menos hubiesen tenido comida… – Todas caen al suelo al estilo animé.
Momentos más tarde, ellas llegan hacia donde está su amiga pelicastaña. – ¡Ya volvimos! – No hay respuestas, PJ está callada y pensativa, mirando hacia la nada. – ¿PJ?
– ¡Oh! Perdón chicas. Me distraje.
– ¿En qué pensabas?
– Nada importante, Lita.
– ¿Saben lo que creo? – Pregunta Mina, mostrando una mirada insinuadora. – PJ seguramente pensaba en un chico.
– ¿Qué dices? – Ahora, la joven Tatopolous queda en shock, muy sonrojada. – ¡No es cierto! – Miente, de hecho ella pasó parte del tiempo recordando su experiencia en el Imperio de las Sombras… un lugar lúgubre y oscuro, para nada agradable, pero allí conoció a un ser tan leal y amigable como Hermócrates, y alguien tan misterioso como Lord Inferno…
Inferno, ¿Cómo estará? ¿Volverían a verse? ¿Por qué su sola presencia la hacía sentir reconfortada? ¿Cuál es el motivo de tanto misterio? ¿Qué razones tendría PJ para pensar en él?
– ¡Claro que sí! – Exclama Mina, interrumpiendo sus pensamientos. – Tenías la misma cara que suele hacer Serena cuando piensa en Darien.
– Piensa lo que quieras…
– No te molestes PJ. Sólo bromeaba. – La rubia del lazo naranja mira su reloj. – Ya es hora de entrar. Vámonos. – Todas asienten, y el grupo completo ingresa al interior del hotel.
***
En ese lugar oscuro y solitario, se observa a Lord Inferno sentado en su trono, callado, sosteniendo una copa de vino tinto. El sátiro se le acerca. – Mi señor, ¿qué le sucede? Lleva días así.
– Eso… no tiene importancia.
– Claro que sí, amo. Usted está actuando de forma muy extraña. ¿No tendrá esto nada que ver con esa joven?
– ¡No digas tonterías! – Esa pregunta claramente molestó al regente oscuro. – No vuelvas a tocarme ese tema. ¿Está claro?
– Como ordene amo… – Hermócrates se retira, cabizbajo y preocupado por su líder, internándose en la oscuridad: – El amo está mal, muy mal…
***
El presentador se encuentra en la pasarela, listo para iniciar el espectáculo. – Muy buenas tardes. Sean todos bienvenidos al gran casting organizado por la prestigiosa agencia de modelos SUPER STAR. En unos minutos desfilarán aquí mismo 36 hermosas jovencitas quienes aspiran ser modelos profesionales… – El hombre sigue con su discurso, explicando sobre la mecánica del evento y presentando al jurado calificador. Luego se encienden las luces y empieza a sonar una agradable música. – Démosle la bienvenida a la participante Nº 1: ¡La Srta. Hikari Yamamoto! – En esto, una chica alta de cabellos verdosos hace acto de presencia, desfilando un traje muy extravagante: Ha iniciado el show.
Luego de más de media hora y de haber desfilado un sinnúmero de aspirantes, llega el momento que las chicas habían estado esperando. – Y ahora démosle la bienvenida a la participante Nº 32: ¡La Srta. Unazuki Furuhata! – En esto la chica empieza a desfilar, luciendo un hermoso vestido dorado ajustado a su anatomía, con un peinado alto que hace lucir su cuello más estilizado, y un suave maquillaje que resalta su belleza natural.
El grupo de amigas empieza a vitorear, llenas de emoción. – ¡VAMOS! ¡TU PUEDES UNAZUKI! – palabras éstas que animan a la adolescente, por lo que su modelaje y poses son bastante limpios.
Una vez culminado el desfile de Unazuki, PJ se levanta de su asiento. – Iré al tocador, chicas.
– Te acompaño. – Dice Lita, levantándose igualmente de su asiento, así que ambas dejan el salón.
De repente hay un apagón.
El público presente se pregunta qué sucede, los organizadores piden que se mantenga la calma mientras el personal de mantenimiento revisa las conexiones eléctricas. Sin embargo, Raye muestra mucha desconfianza. – Siento una energía maligna muy cerca de aquí.
– ¿Estás segura? – Pregunta Serena, recibiendo un “sí” como respuesta, así que ella y el resto del grupo decide salir del salón para transformarse, pero cuando están a punto de llegar a la salida, la puerta se cierra como por arte de magia. Raye y Mina tratan de abrirla, pero no se mueve en lo absoluto, lo que significa que ellas quedaron atrapadas.
***
Lita y PJ caminan por el pasillo, comentando sobre el evento, cuando notan que la entrada al salón está completamente cerrada. – ¿Eh? ¿Ya acabó el desfile?
– No hemos tardado mucho Lita, faltaban aún algunas aspirantes.
– Lo sé. Tal vez hayan cerrado la puerta por privacidad. – La joven Kino trata de abrirla, pero está prácticamente atascada. – ¡Esto no abre! – Entonces pueden escucharse gritos en su interior, algo que alarma a las adolescentes. – ¡Tenemos que transformarnos! – Algo a lo que Proserpina está de acuerdo, pero antes de hacerlo pueden sentir unos pasos que se acercan, y al darse la vuelta descubren que se trata de la joven chica que PJ había conocido un par de horas antes, quien está prácticamente en shock.
– ¡HERMANA!
***
Se encienden las luces de la pasarela, revelando en el centro a una mujer pequeña y muy delgada, de cabello, piel y vestidos azules, con ojos blancos sin pupilas y sin boca. Enseguida puede apreciarse una especie de neblina azulada semitransparente. Las scouts notan como ese humo afecta a la gente, desmayándolos, por lo que se cubren sus vías respiratorias, aunque muy tarde, ya que el smog ha hecho su efecto, provocando que ellas caigan inconscientes, siendo lo último que escuchan una risa malvada.
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