18 - El regreso de Sailor Earth
CAPÍTULO 18
EL REGRESO DE SAILOR EARTH
Es de noche en Tokio.
Un misterioso portal aparece frente a un árbol, en el parque Nº 10, emergiendo de allí PJ, quien había estado cautiva en el Imperio de las Sombras desde hacía ya varios días. Ella mira a su alrededor, todo callado, sereno, la suave brisa y las estrellas brillando en el cielo… No puede evitar sentir alegría por volver al mundo exterior, a la naturaleza que tanto ama, aunque en el fondo también siente algo de nostalgia y preocupación: ¿Se encontrará bien Lord Inferno?
La joven Tatopolous no ha tenido tiempo de centrarse en sus pensamientos, pues una nube negra en medio de algunos edificios ha llamado su atención: ¡Sus amigas Scouts están en problemas, y ella debe ayudarlas! Así que toma el henshin de transformación, lo alza al cielo y grita:
– Por el poder de la Tierra… ¡TRANSFORMACIÓN!
Al decir esto, el ítem que sostiene PJ se ilumina, provocando que todo alrededor de la chica desaparezca, al igual que sus ropas, quedando sólo una silueta blanca en medio de un lugar solitario y oscuro. Debajo de sus pies brota un rayo de color blanco verdoso, el cual empieza a ascender dando giros alrededor de la chica, para luego crear una explosión justo encima de su cabeza, provocando que un gran rayo de luz rodee a la joven. Mágicamente aparecen algunas hojas brillantes, las cuales se mueven como mecidas por el viento, rodeando su cuerpo para formar el body, las botas y los guantes, luego la falda y el lazo trasero, y posteriormente el cuello, el lazo frontal y la gargantilla.
Después, sobre su rostro aparecen algunos rayitos de luz que crean una forma alargada que rodea sus ojos, para luego aparecer otro rayo de luz surgiendo desde su mano derecha, formando así su báculo, el cual es simplemente un largo tubo, algo más grueso en el centro, y en cuyo extremo sostiene una esfera de color verde esmeralda, rodeada por algunos picos. En esto, un tornado verde rodea a la adolescente, ocultándola de la vista, y finalmente Sailor Earth es revelada, haciendo su pose.
La nueva integrante del grupo sale corriendo en dirección al centro de la ciudad: Ella es la única esperanza.
***
La misteriosa dama se acerca a Lord Inferno, quien apenas se está recuperando de su terrible dolor de cabeza. – Veo que empiezas a recuperarte.
– Eso no te incumbe.
– No tiene caso seguir fingiendo. Sé lo que reamente sucede en tu interior.
– No creas que me intimidas con eso.
– Soy un oráculo, jovencito. – La mujer se acerca a Inferno, este último sólo se limita a darle la espalda. – Los oráculos no podemos mentir, y lo sabes muy bien.
El regente oscuro sólo se limita a quedarse callado, pensativo, pues por más que trate de negarlo ella siempre logra descifrar todo lo que, por un motivo u otro, él desea ocultar. Entretanto, la dama se dirige a la fuente vacía, flotando a su lado. – Hay algo que me gustaría mostrarte. Acércate a la fuente por favor.
Inferno empieza a tener dudas, meditando sobre el qué hacer: Él debe mostrar fortaleza, es el gobernante del Imperio de las Sombras después de todo, no debería flaquear ante pequeñeces como una jaqueca, ni mucho menos escuchar a una completa desconocida… sin embargo, sus deseos de obtener respuestas ejercen una fuerte influencia en él, pues realmente quiere resolver ese gran misterio: ¿Qué tiene que ver Sailor Earth en todo esto? ¿Por qué su interés en ella? ¿Por qué tienen muchas cosas en común?
Finalmente el joven villano decide declinar a la propuesta del oráculo, así que le da la espalda y empieza a marcharse, lleno de confusión. La mujer sin embargo sólo sonríe con su característica dulzura. – Te estaré esperando… – Pensó, para luego desaparecer.
***
Sailor Mercury, Mars y Jupiter se encuentran cada vez más agotadas: Han intentado romper la cadena de Venus, han intentado engañarla, han intentado incluso negociar con ella, pero sin éxito: No les queda más opción que luchar, sin embargo ellas están casi a punto de desfallecer del cansancio.
Kyoko, en forma de Sailor Venus, simplemente se ríe. – Jejejeje… Patéticas chiquillas… no se atreven a lastimar a su amiguita. Sólo por eso les hare el gran favor de matarlas antes que ver morir a sus compañeras… – En esto, ella arroja una cascada de venus, pero no la que la senshi suele usar habitualmente, sino una mucho más grande y de color negro. – ¡MUERAAAAAAAAAAAAN!
Súbitamente, y antes de que ella arrojase la técnica, un par de lianas de un verde muy brillante aparecen de la nada, sujetando a Venus con mucha fuerza, pudiendo sentir el efecto del veneno paralizante que las mismas poseen. Las otras scouts reconocen enseguida dicha técnica. – No puede ser… es…
En la espesa niebla puede percibirse una silueta femenina, la cual camina hacia donde está el resto del grupo: – Soy la Sailor Scout de la Tierra y la Naturaleza, quien lucha en pro de la vida y la biodiversidad. En nombre de la flora y fauna… ¡Prepárate para ser penalizado! – En esto, Sailor Earth emerge de la niebla, para dicha de sus compañeras.
Kyoko se queda en shock, claramente sorprendida por la presencia de la nueva senshi. – ¿Y tú de dónde saliste?
– ¡Sailor Earth! – Exclama Sailor Mercury. – Venus ha sido poseída por un demonio. Debemos purificarla para poder salvarla, o de lo contrario tendríamos que matarla.
– Entendido. – La Sailor de la naturaleza levanta su báculo, mirando fijamente a su oponente, llena de ira. – No sé quién seas, pero no perdonaré lo que le has hecho a Sailor Venus. – Al decir esto, ella ejecuta su técnica especial: – Luz Elemental… ¡ILUMINA!
Halos de luz rodean a Kyoko/Venus, quien gime de dolor, hasta que de repente el demonio libera el cuerpo de Mina. Este último sólo cae de bruces al suelo.
La niebla desaparece, mostrándole a las scouts el panorama fuera de ella: Sailor Neptune caída, Uranus y Pluto luchando contra las sombras, mientras Saturn trata de resistir, empleando su escudo protector para ayudar a sus compañeras.
Kyoko simplemente sale huyendo.
Sailor Mercury usa sus visores para analizar a las sombras que atacan a las Outer Scouts, descubriendo momentos más tarde que ellas no poseen mucha energía, a excepción de unas cinco. – Chicas, sólo hay 5 criaturas, el resto de esos monstruos son proyecciones, por eso se multiplican: Debemos atacar a los que son reales.
– Bien, Mercury – Exclama Sailor Jupiter, recuperando sus energías. – Solo dinos cuáles son y nosotras nos encargaremos.
– ¡Allí! – La senshi de la sabiduría señala a una sombra que está cerca de un edificio. – Esa es una de ellas, no tengo dudas.
– Bien – En esto, Lita prepara su ataque: – Trueno Relampagueante de Júpiter… ¡RESUENA! – Ella crea una esfera de energía eléctrica la cual es arrojada hacia la sombra señalada por su compañera, dando en el blanco. Al hacerlo no sólo ésta desaparece, sino que también lo hace una veintena de sombras espejo. – ¡Funcionó!
– ¡FULGOR DEL AGUA DE MERCURIO! – Sailor Mercury arroja su ataque hacia otra de las sombras, desapareciendo así otro grupo de ellas, incluyendo aquellas que tenían aprisionada a Neptune.
Uranus se acerca a su amiga. – ¿Estás bien, Neptune?
– Sí, no te preocupes…
– ¡Uranus, Netptune, detrás de ustedes! – Amy señala a una sombra que se encuentra justo tras las outer senshies. – ¡Esa es real!
– Esa es mía… – En esto, Sailor Uranus prepara su ataque especial. – ¡TIERRA… TIEMBLA! – En esto, ella arroja una esfera de color amarillo hacia el monstruo, aniquilándolo al momento, y junto a él a sus duplicados.
Sailor Neptune toma entonces su Espejo de Aguas Profundas y enfoca a las criaturas restantes, viendo su reflejo, hasta dar con una que se encuentra cerca de una cabina telefónica. – Allí estás… – Entonces, ella ejecuta su técnica. – ¡MAREMOTO DE NEPTUNO! – Al hacerlo, todas las criaturas relacionadas desaparecen en el acto.
Raye encara a su amiga. – Ya sólo queda una Amy. ¿Cuál de todas es?
– ¡Esa! ¡La de la esquina!
– Pues en ese caso: ¡FLECHA ARDIENTE DE MARTE! – Al arrojar su flecha, ésta impacta en el monstruo, destruyéndolo a él y a sus espejos (los que quedaban), culminando así su ardua tarea. – ¡Lo hemos logrado!
***
Kyoko está de rodillas frente a Astianacte, mostrando mucha vergüenza. – Amo, he sido vencida por esas odiosas Sailor Scouts. – Ella baja la cabeza, pues teme encarar a su superior, esperando un reclamo de su parte, pero en lugar de eso sólo hay silencio. – ¿Amo?
– ¿Sabes ya cuál ha sido tu error?
– Yo me… confié demasiado, amo, no vi cuando apareció esa scout, la tal Sailor Earth.
– De los errores se aprende, querida Kyoko. Ese encuentro no fue más que sólo un experimento. – En esto, él muestra una sonrisa llena de maldad. – Pronto tendrás tu oportunidad de tomar venganza… – Finalmente, puede oírse una macabra risa.
***
Sailor Earth se encuentra junto a Venus y Moon, quienes están inconscientes. Ella trata de levantar a ambas, sacudiéndolas con fuerza. – ¡Serena, Mina, despierten!
– Oh… – Venus es la primera en reaccionar, a pesar de ser quien sufrió los mayores daños. Ella abre lentamente sus ojos. – ¿Qué… pasó?
– Gracias a Dios que estás bien.
– ¿PJ? – La rubia se sorprende al ver a su amiga. – ¿Eres tú?
– Claro que soy yo.
– ¿Pero cómo?
– Es una larga historia.
– Aaaah mi barrigaaaa, cómo duele… – Esta vez Serena es quien reacciona, colocando ambas manos sobre su estómago. – Me has golpeado muy fuerte, Mina. – Al abrir sus ojos y ver a Sailor Earth, ella muestra una reacción similar a la de su compañera. – ¡PJ! ¡HAS VUELTO! – La líder scout entonces usa sus escasas fuerzas para abrazar a su amiga, llena de alegría. – ¡Estábamos tan preocupados por ti!
– Serena… – la pelicastaña se sonroja ante tal muestra de afecto, respondiendo al abrazo con una tierna sonrisa. – Yo también las eché de menos…
El resto de las inner senshies se acercan, mientras las demás sólo se retiran. El grupo de amigas se queda en silencio, disfrutando de ese reencuentro.
***
Es el lugar en tinieblas. Lord Inferno se encuentra sentado en la oscuridad de su trono, pensativo y callado.
Hermócrates se le acerca, muy preocupado. – Mi señor, ¿se encuentra bien? – No hay respuesta, solo silencio, a excepción de la lenta y profunda respiración del regente oscuro. El sátiro sólo baja la cabeza y se retira.
A la distancia, tenuemente iluminados por una de las escasas fuentes de luz, pueden verse 2 siluetas: Una masculina y otra femenina. De esta última se aprecian unos ojos de color escarlata, acompañados de una malévola risa.
***
La lechuza blanca se encuentra sobre el tejado de la casa, mirando al horizonte, mostrando tristeza a través de sus ojos dorados.
– ¡GAIA!
Ella da la vuelta, mostrando sorpresa al principio, luego mucho alivio al ver a la joven Tatopolous justo frente a la entrada. Sus ojos entonces se humedecen. – ¿Joven PJ?
– Ya estoy aquí, Gaia.
– ¡JOVEN PJ! – Al decir esto, el ave vuela hacia su protegida, siendo recibida con un gran abrazo. – Perdóname por no cuidarte como debía.
– No, tú perdóname a mí por ser tan terca y no escuchar tus palabras. Pero eso cambiará a partir de ahora…
– No necesitas hacerlo… Te aprecio tal y como eres…
– Gaia… – Ambas empiezan a llorar, llenas de dicha, a la vez que una estrella fugaz surca el firmamento nocturno.
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