04 - Un misterioso guerrero llamado Dark Knight

20.05.2013 13:52

CAPÍTULO 4

UN MISTERIOSO GUERRERO LLAMADO DARK KNIGHT

 

     7:45am.

 

     Un grupo de chicos se encuentra reunido en las afueras de la Academia Internacional. Segundos más tarde Phoebe hace acto de presencia, un poco curiosa por lo que está ocurriendo, así que ella se acerca, logrando divisar a PJ muy cerca de los estudiantes, de quien puede verse una gran gota tras su cabeza. – ¡Hola PJ!

– Hola Phoebe. Buenos días.

– ¿Qué ocurre allí? ¿Por qué hay tanta gente reunida?

– Es Marina.

– ¿Marina? – La pelirroja queda shockeada e incrédula, rascándose la cabeza. – ¿Acaso se hizo cirugía estética o algo así?

– Claro que no – responde Proserpina, con mirada de reojo – Lo que pasa es que ayer ella fue rescatada por Sailor Earth.

– ¿Sailor Earth? ¿Qué no es ella de Japón?

– Bueno, supongo que ella se ha vuelto un poco… “internacional”

 

     Entretanto, el grupo de jóvenes sigue interrogando a Marina: – ¿Oye, de verdad conociste a Sailor Earth?

– Así es, ella me salvó de las garras del mal.

– ¿Y qué tal es ella?

– Es muy bonita, con poderes mágicos y mucha fuerza. ¡Incluso puede volar!

– ¿Ha dicho volar? Esta niña sí que se inventa historias… Se pregunta la pelicastaña, en shock, luego baja la cabeza mientras expira, pudiéndose ver una nubecilla. – ¡Ella estaba totalmente inconsciente!

– ¿Qué dijiste, prima?

– ¡Nada! – Una enorme gota aparece tras la castaña cabeza de la estudiante, quien da pasitos rápidos hacia atrás para alejarse un poco del grupo, entonces se escuchan las campanadas desde la torre central. – Hay que ir a clases… – Dicho esto, PJ se marcha corriendo, dejando tras de sí un rastro de polvo, mientras los demás quedan en blanco.

 

***

 

     Un par de horas después, los alumnos atienden atentos la clase de biología, cuando se escucha un llamado por el altavoz. – Srta. Marina Hamilton: Favor venir a dirección.

– ¿Eh? ¿Yo? – Marina queda estática y dubitativa: ¿Por qué tendrían que llamarla? Así que ella se levanta y abandona el salón, ante la sorpresa de los presentes.

 

***

 

     Es la hora del descanso. PJ y Phoebe caminan hacia el área del comedor, un poco preocupadas por la peliazul. – Marina aún no ha vuelto. ¿Qué habrá sucedido?

– No lo sé. – Responde Proserpina, suspirando. – Que yo sepa, ella no ha cometido ninguna infracción.

– Tal vez tenga que ver con la Interpol… – Ambas jóvenes miran en dirección de la voz, encontrándose con la chica que días atrás había sido atacada. – Perdonen mi intromisión.

– ¿Has dicho Interpol? ¿Eso qué tiene que ver? – La pelirroja se queda pensativa, sintiendo mucha más curiosidad que antes. – Y por cierto… ¿Quién eres? Ya es la segunda vez que te veo y ni siquiera sé tu nombre.

– Ah, perdona. – Dice la jovencita, algo apenada. – Soy Aurora, y estoy en el grupo de primer año. – Ahora, su rostro se torna más serio. – Con respecto a la Interpol, vi a la Oficial O’Conell entrando en la oficina del director.

 

     La conversación se interrumpe porque en ese instante Marina hace acto de presencia, mucho más seria de lo usual, a lo que Phoebe le pregunta: – ¿Qué ha pasado?

– Pues... una oficial me esperaba en la oficina del director para hacerme unas preguntas sobre lo ocurrido ayer.

– ¿Qué clase de preguntas?

– Cosas básicas, PJ, sobre quién me atacó y todo eso pero… también me preguntó sobre Sailor Earth.

– ¿En serio?

– Así es. Quería saberlo todo, quería una descripción de ella. Quizás a ella también la estén investigando… – Esas palabras taladran los oídos de la joven Tatópolous: ¡Ella está siendo investigada por la Interpol!

 

     Suenan las campanas y el grupo vuelve a clases…

 

***

 

     El misterioso hombre camina hacia el área del sótano, parándose frente a la puerta de “sólo personal autorizado”. Valhala aparece justo tras él, haciendo una referencia en señal de respeto. – Heme aquí, mi señor.

– El tiempo se agota, Valhala, necesito que obtengas la mayor cantidad de energía posible.

– Sí señor, pero… ¿Y si Sailor Earth aparece?

– No te preocupes, uno de mis asistentes te acompañará en esta misión. Tu prioridad es reunir la energía para el equinoccio de otoño. Luego nos encargaremos de esa mocosa.

– Como ordene… – Acto seguido, la mujer desaparece, mientras su misterioso líder ingresa a la habitación restringida, para finalmente verse un haz de luz en su interior.

 

***

 

     Más tarde, PJ se encuentra en el autobús de regreso a casa. En esa oportunidad su prima no la acompaña porque tuvo que quedarse para hablar con el director y algunos profesores sobre su entrevista con la oficial O’Conell.

 

     Ella apoya su cabeza sobre el cristal de la ventanilla, con sus ojos enfocados a la nada, pensando en todo lo ocurrido, preocupada por el hecho de que la Interpol la investiga, pudiendo en alguna ocasión entorpecer su misión, o peor, pensar que ella está ligada con la nueva villana. Se ha distraído tanto que no se percató que pasó de largo su parada, dándose cuenta de ello un par de cuadras más adelante, así que PJ espera a que el bus llegue a la próxima estación.

 

     Casualmente, esa parada está justo al frente de un pequeño museo de historia egipcia, relativamente nuevo, pero un lugar propicio para que la adolescente logre ordenar sus ideas ya que le gusta mucho visitar esos lugares, así que ni corta ni perezosa ingresa al interior.

 

     Una vez adentro, PJ empieza a recorrer al área, admirando algunas tablas antiguas con extraños grabados y jeroglíficos, artículos de oro y bronce, algunas tumbas y momias, entre otras cosas. Sin embargo, a pesar de lo interesante del lugar y de lo mucho que lo disfruta, ella no puede evitar sentirse angustiada, algo reflejado en sus dulces ojos color esperanza, hasta que una voz interrumpe sus pensamientos: – ¿Puedo ayudarte en algo?

 

     Proserpina mira en dirección a la voz, encontrándose con una chica de su misma estatura, piel de color canela, ojos color café, y tiene largo cabello castaño oscuro, sujeto en forma de cola de caballo, con un abundante flequillo sobre su frente, quien viste un elegante traje de color rojo oscuro, con una camisa blanca bajo su chaqueta, y zapatos igualmente blancos. Ella le sonríe. – Hola, soy Jade Seleem, guía de este museo.

– Buenas tardes. – Dice la pelicastaña, suspirando profundamente, observando una escultura con sus ojos llenos de melancolía.

 

     La guía nota esa tristeza brotando de esos ojos color esmeralda. Ella no suele meterse en los problemas de otras personas, pero de alguna forma siente que debe ayudar a tan afligida jovencita. – Oye… ¿Te gusta el cappuccino?

 

     PJ mira nuevamente a su interlocutora, esta vez llena de confusión.

 

***

 

     Las chicas se encuentran en la cafetería frente al museo tomando un delicioso cappuccino, siendo la joven Tatópolous la primera en hablar. – ¿Alguna vez has sentido que, si haces lo correcto, podrías meterte en problemas?

– ¿Cómo confesar a tus padres algo que has hecho mal?

– No, no se trata de eso. Me refiero a que haces algo justo, y otra persona podría, digamos, malinterpretar tus acciones y perseguirte por eso…

– Vaya, es un caso un poco complicado. – Expresa Jade, entonces ella toma un sorbo de su café y continúa hablando. – ¿Esas acciones benefician a alguien?

– Diría que sí, a muchas personas.

– Entonces no debería haber problema. Si esa persona hace algo en contra tuya estarías respaldada por todos aquellos a quienes ayudaste. Pero si se trata de alguien importante para ti entonces deberías aclararle las cosas, explicarle el porqué de tus acciones… seguro lo entendería… Incluso podrías permitirle que colabore contigo.

– ¿Colaborar conmigo?

– Así es. De esa manera esa persona se sentirá muy involucrada y dudo mucho que te haga daño…

 

     En ese instante se acerca el mesero, quien es un joven un poco más alto que ellas, de cabello rojo oscuro y ojos de color verde oliva, quien coloca un plato con tostadas, mantequilla y mermelada. – Aquí tienen.

– Perdona, Johnny. – Dice la morena, algo sorprendida. – Yo… no he pedido esto.

– Lo sé, es de parte de la casa. – Responde el joven, sonriendo. – Después de todo es tu cumpleaños.

– No puedo creer que lo hayas recordado. – Ahora la adolescente se sonroja un poco, pero trata de disimular tal acción. – Muchas gracias.

– Fue un placer, Jade. Nos vemos. – Acto seguido, el mesero se marcha.

 

     PJ toma un sorbo del café, e inicia otra charla. – Fue un gesto dulce de su parte.

– Lo sé. Recordó que hoy cumplo 18 años.

– ¿Y ustedes dos son…?

– Oh no, ¿cómo crees? – Expresa Jade, muy sonrojada. – Sólo somos amigos, aunque… no te voy a negar que es un gran chico, muy dulce y atento conmigo.

– Conozco a una compañera de clases que dice ser experta en asuntos románticos. De seguro ahora mismo te estaría dando consejos o consiguiéndote una cita con él. – Ambas ríen con este comentario.

 

     De repente se escucha un grito.

 

     Todos observan en esa dirección, notando a una joven corriendo desesperada, clamando por ayuda ya que su novio está siendo atacado por un monstruo. Los demás acuden hacia la asustada muchacha, tratando de tranquilizarla, hasta que se escucha otro grito a la distancia, esta vez de un hombre.

 

     La chica empieza a gritar llena de angustia y desesperación, intentando volver con su pareja pero un par de hombres la detienen, a la vez que una mujer toma su celular y llama a emergencias. Entretanto, Jade deja el dinero en la mesa y empieza a correr, seguida por PJ, hasta llegar al museo. – Algo raro ocurre – dice finalmente la morena. – Te sugiero que vuelvas a casa, no es seguro permanecer aquí.

– ¿Y qué hay de ti?

– Yo debo quedarme, no puedo abandonar el museo. – Se escuchan más gritos, y pueden verse algunos jóvenes huyendo despavoridos. – ¡Debes huir ahora!

– ¿Segura estarás bien?

– No te preocupes por mí, estaré bien. ¡Ahora vete por favor!

– Bien… – Dicho esto, PJ empieza a correr mientras Jade se encierra en el museo, clausurando todas las ventanas y puertas. Sin embargo, la joven Tatópolous no vuelve a su casa como le fue encomendado, en vez de eso ella corre en dirección a la calle en donde supuestamente ocurre todo y, al rato, descubre a la distancia a Valhala, quien absorbe la energía de los inocentes, junto a una veintena de personas que yacen inconscientes a su alrededor. Tal como lo sospeché… pensó, luego ella se oculta en un estrecho pasillo y dice su frase: – Poder Elemental de la Tierra… ¡TRANSFORMACIÓN!

 

     Con estas palabras, PJ inicia su proceso de transformación, en el cual un grupo de hojas luminosas rodean su cuerpo formando poco a poco su uniforme y arma, hasta convertirse en Sailor Earth.

 

***

 

     Jade se encuentra dentro del museo, esperando que acabe la situación, hasta que escucha el repicar de un teléfono. Ella sigue el sonido, encontrando el aparato justo sobre una tumba: Es el celular de PJ, quien lo había dejado olvidado allí, y en ese momento aparece en pantalla una llamada perdida de Chris.

 

***

 

     Un tren recorre la ciudad, y entre sus pasajeros se encuentra Christopher, quien cuelga su teléfono, sumamente preocupado porque su pareja no contesta. Entonces el vehículo empieza a detenerse, de hecho, el tiempo en sí mismo pareciera detenerse. ¿Acaso será Sailor Pluto, la guardiana del tiempo? Es una posibilidad que ronda su cabeza, pues es la única persona que conoce con este tipo de poderes.

 

     Pero entonces todo se torna blanco, las personas desaparecen, el tren desaparece, y Chris queda solo en medio de la nada… Hasta que alguien aparece justo traes él y, al darse la vuelta, sus ojos muestran sorpresa y mucha confusión. – No puede ser…

 

***

 

     Valhala sonríe mientras mira a un asustado muchacho, a quien está a punto de extraerle su energía, cuando…

 

     – Luz Elemental… ¡ILUMINA!

 

     Un haz de luz se dirige hacia Valhala, quien apenas logra eludirlo. – ¿Tú otra vez?

– ¡Así es! – Responde la adolescente, con determinación. – Soy la Sailor Scout de la Tierra y la Naturaleza, quien lucha en pro de la vida y la biodiversidad. En nombre de la flora y fauna… ¡Prepárate para ser penalizada!

– No esta vez… ¡NARVIK! – Dicho esto, una serie de plumas metalizadas son disparadas hacia la senshi, quien logra esquivarlas, luego mira hacia arriba y se da cuenta de que hay un sujeto con alas de acero, piel azulada y traje color azul petróleo, cuyos grises cabellos enmarcan un rostro lleno de maldad, en especial por sus ojos negros con pupilas rojas.

 

     Él permanece inexpresivo, como un autómata, y cuando Earth intenta atacarle con su Luz Elemental éste usa las alas a modo de escudo, contraatacando con más de sus filosas plumas. La scout se encuentra en aprietos y Valhala sonríe complaciente. – Hazte cargo de ella Narvik. – En esto, ella desaparece en una nube de humo.

 

     A partir de ahí se inicia un enfrentamiento entre la senshi y su enemigo, pudiéndose observar filosas plumas recorriendo el área, muchas repelidas con la Luz Elemental. El sujeto resulta ser sumamente rápido y evasivo, causándole muchos problemas a la joven, hasta que en una oportunidad un par de plumas rozan su pierna izquierda, provocando que ella caiga y quede a merced del villano.

 

     Narvik levita muy cerca de su víctima, preparando un nuevo ataque con las plumas, el cual por la corta distancia resultaría fatal para la scout, y efectivamente él lanza tal ataque pero entonces puede apreciarse un reflejo metálico, y las plumas se parten a la mitad, evitándose así una muerte segura.

 

     Ambos observan a un lado, viendo a un hombre vestido con una camisa y pantalón de tela suave pero resistente, de color gris oscuro. Encima lleva una armadura al estilo grecorromano, con sandalias y guantes de color negro, al igual que su faldón, usando grebas y una pechera de color gris plomo, hechas con una rara aleación de titanio y un metal aún desconocido.

 

     En sus hombros posee broches que sostienen una larga capa de color rojo profundo, y sobre su cabeza tienen un yelmo de color negro, el cual es descubierto en la parte de su nariz y sus labios, aunque también son apenas perceptibles unos seductores ojos color de plata, y en cuyo extremo superior cuelga una especie de penacho negro, a modo de adorno. En su mano derecha sostiene a la Espada de las Sombras, el cual es un arma forjada en el mismísimo inframundo, del mismo metal que el Báculo Elemental, cuya empuñadura está adornada con un enorme Ónix.

 

     Sailor Earth queda estática, muy sorprendida ante tal aparición. – ¿Lord Inferno?

– Lord Inferno quedó en el pasado. – Responde el joven, encarando a la scout, dibujándose en sus labios una pícara sonrisa. – Mi nombre es… Dark Knight.

 

 

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